La celulitis es una desestructuración del tejido que afecta a casi todas las mujeres y también a hombres, aunque es bastante menos común en ellos. Existen varios niveles de esta alteración que pueden tratarse con la dieta y el entrenamiento adecuados. En función del nivel de celulitis, podremos eliminarla en mayor o menor medida, pero siempre podremos mejorarla. Estos son las estrategias de entrenamiento que ayudar a modificar esta patología.
Factores que favorecen la aparición de celulitis
La celulitis afecta a entre el 85% y el 98% de las mujeres después de la pubertad. En ocasiones apenas se ve a simple vista, pero si apretamos las zonas donde suele presentarse, aparece. En niveles más graves sí que aparece a simple vista, e incluso presenta dolor al tocar la zona.
Las zonas donde suele presentarse esta desestructuración del tejido conjuntivo hipodérmico, que es a nivel técnico lo que conocemos como celulitis, es en la parte superior de las rodillas por toda la zona del muslo y glúteos.
La celulitis es tan compleja como su nombre real: paniculopatía edemato-fibro-eslerótica. En este artículo vamos a ver qué factores aumentan su aparición y las estrategias que la mejoran, pero sobre todo queremos destacar que se trata de una alteración muy compleja que va más allá de acumular más o menos grasa.
Factores predisponentes (herencia)
Hay varios factores frente los que no podemos hacer nada, como son el hecho de ser mujer, que aumentar considerablemente la formación de celulitis por la arquitectura de la dermis.
La disposición anatómica de la capa de grasa subcutánea en mujeres hace más fácil que sea "empujada hacia afuera" y se muestre esas alteraciones en la capa más externa de la piel. Los hombres presentan una disposición diferente a nivel subcutáneo que hace que, a pesar de también presentar acúmulo de grasa y alteraciones, no se vean a nivel externo.
Esto nos muestra que la celulitis puede ir, o no, acompañada de un exceso de grasa. Hay mujeres con una mayor cantidad de grasa que apenas muestran celulitis, mientras que otras con un menor porcentaje de grasa en las que sí es visible la celulitis.
La mujeres asiáticas o de piel negra presentan menor riesgo de celulitis. Las mujeres latinas desarrollan más celulitis porque acumulan más grasa en muslos y caderas, mientras que las anglosajonas y nórdicas lo hacen más en el abdomen y zona interna del muslo. Eso hace que las mujeres latinas y occidentales de piel clara sean las que mayor probabilidad de cursar celulitis tienen.
Factores determinantes que agravan la celulitis
Existen etapas como la pubertad, el posparto o la menopausia que acrecientan la probabilidad de que aparezca la celulitis, o que la empeore. En estos momentos se producen cambios en los niveles hormonales que son los causantes de ello.
Los problemas circulatorios son una de las causas principales que causan o agravan la celulitis. Estos dos escenarios nos muestran que debemos tener especial cuidado en ciertas etapas de la vida de la mujer, así como mejorar la circulación sanguínea en la medida de lo posible mediante ejercicio físico.
Factores que desencadenan la celulitis
Hasta ahora hemos citado factores en los que no podíamos hacer mucho, pero existen otros que son los verdaderos protagonistas de que aparezca o se agrave la celulitis. El sedentarismo aumenta el acúmulo de masa grasa, empeora la flacidez muscular y disminuye los mecanismos circulatorios del tren inferior, un factor principal a evitar.
La dieta y el estilo de vida también serán nuestros aliados o enemigos a la hora de hacer frente a la celulitis. Una dieta adecuada evita que acumulemos grasa, mientras hábitos como fumar o el alcohol produce alteraciones en la microcirculación y promueven la degradación de colágeno y fibras elásticas que frenan la celulitis.
Algo tan rutinario como llevar ropa ajustada y tacones altos también dificultan el retorno venoso y alteran los mecanismos de bombeo. Si además le sumamos permanecer en una misma posición durante largos periodos de tiempo, ya sea sentado o de pie, creamos la peor combinación posible.
La celulitis es reversible en algunos casos, pero solamente mejorable en otros
Existen diferentes clasificaciones de la celulitis que suelen agruparla en tres o cuatro niveles. Hexsel y colaboradores presentaron una clasificación de tres grados clínicos, que se agrupan según la apariencia morfológica, el número y la profundidad de las depresiones.
El grado uno indica que no hay evidencia de celulitis a simple vista, pero sí cuando hay una compresión de la zona, especialmente en glúteos. En este cajón se encuentra una gran cantidad de mujeres que al sentarse, o cruzar las piernas muestran celulitis, pero de pie no.
El grado dos afecta a más zonas, tanto a glúteos como a muslos. La celulitis sí se ve a simple vista, pero no hay dolor al tacto. El grado tres, grado máximo para estos autores, la celulitis se localiza en gran parte del tren inferior, se evidencia visualmente y provoca dolor al tacto.
Cuanto menor es el grado clínico, más fácil es revertir la celulitis. En fases avanzadas, donde hay una gran alteración a nivel de tejidos, podemos mejorarla, pero es difícilmente reversible hasta erradicarla por completo. Ocurre algo así como cuando alcanzamos el límite de elasticidad de nuestra piel por un exceso muy elevado de peso, que luego no es capaz de volver a la normalidad.
Mensaje importante a destacar en este punto del artículo
En este punto del artículo queremos remarcar dos cosas que ya hemos mencionado antes, pero que consideramos fundamentales: prácticamente nueve de cada diez mujeres presentan celulitis; se puede mejorar, pero en etapas muy avanzadas es improbable eliminarla por completo.
Lo primero significa que aunque en redes sociales como Instagram haya mujeres sin un ápice de celulitis, estadísticamente es probable de que lo tengan.
Lo segundo va enfocado a que ningún entrenador puede venderte que "eso va a desaparecer". Se puede mejorar, pero hay que ver el estado inicial y valorar muchos factores para ver cuál puede ser el resultado final.
Estrategias principales para reducir la celulitis
Liberación de fascias y zonas de atrapamiento
De unos años a esta parte ha crecido en número de rodillos de espuma, o foam roller, en los centros deportivos. Este material se utiliza para liberar las fascias y zonas de atrapamientos, mejorando así la capacidad muscular para generar fuerza.
En nuestro caso, el rodillo de espuma nos sirve tanto para preparar el tejido de cara al entrenamiento que realizaremos después, como para recuperar la desestructuración que se ha generado con la celulitis. En ambos casos es ideal, fácil de utilizar y podemos tenerlo en casa o en cualquier lugar.
En el grado clínico uno y dos de celulitis se puede usar foam roller. En el grado tres con dolor producirá un excesivo dolor, así que en estos casos tendremos que utilizar un rodillo de automasaje. Con este tipo de rodillo controlaremos mejor la presión.
Ejercicio de fuerza del tren inferior
¿Quién tiene más celulitis: una mujer que tiene flacidez en las piernas o una mujer que tiene desarrollada la musculatura del tren inferior? Ya hemos comentado que tener poca grasa o poco peso no es sinónimo de no tener celulitis.
La alteración que la piel que se produce desde las capas subcutáneas va mucho más allá de la cantidad de grasa acumulada. La arquitectura muscular juega un papel protagonista. ¿Adivinas qué ocurre cuando "llenamos nuestras piernas" de masa muscular?
La piel se vuelve más tersa, entre otros muchas aspectos, y eso disminuye la probabilidad de cursar celulitis. El entrenamiento del tren inferior es la mejor opción para prevenir la aparición de celulitis, así como evitar que empeore en etapas como la menopausia o el posparto.
El entrenamiento cardiovascular tiene sentido, siempre que se ponga en segundo lugar después de la fuerza. La resistencia nos puede ayudar a eliminar grasa corporal y mejorar la salud, pero serán más efectivos los levantamientos de pesas.
Otras acciones de nuestro día a día
La dieta hace que acumulemos masa grasa o que la disminuyamos. El sedentarismo prolongado debe ser erradicado, introduciendo pausas cada cierto tiempo de sedentarismo. Lo mismo ocurre si tu trabajo requiere pasar mucho tiempo de pie en la misma posición: camina y cambia de lugar cuando puedas.
La ropa ajustada y los tacones pueden agravar la celulitis, así como el tabaco y el alcohol. Evita estos cuatro factores en la medida de lo posible. En cualquier caso, la celulitis puede mejorar más o menos con estas estrategias, pero añadiendo paciencia y felicidad. Ya has visto que es más común y compleja de lo que creías, y que la solución va más allá de perder peso.
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