Uno de los mitos más extendidos del entrenamiento de fuerza es que los niños no deberían entrenar fuerza porque se pueden lesionar, porque se van a quedar pequeños y limitar su crecimiento en altura, y otros muchos. David Marchante, el experto más reconocido en España por su divulgación científica en entrenamiento, explica que todo ello no se trata más que de mitos.
El entrenamiento de fuerza es una gran estrategia para la salud de los niños
"Solamente tienes que salir a la calle y ver cómo juegan los niños en el parque. Vas a ver que trepan, que saltan, que se empujan...". David comenta que los niños trabajan la fuerza todo el rato mientras juegan, lo que pasa que nosotros imaginamos el entrenamiento de fuerza como hacer unas sentadillas con la barra en el gimnasio, o un curl de bíceps con mancuernas.
"Un niño va a ejercer muchísima más fuerza levantando su peso en una dominada que con unas mancuernas de cuatro kilos en el gimnasio". Cuando vemos a los niños jugar en el parque los vemos colgarse de las barras y subir a diferentes columpios como las típicas cuerdas.
Cuando hacen estos movimientos, además de empujarse, saltar y cualquier actividad que requiera una contracción muscular algo intensa, están trabajando la fuerza. De hecho, cuando un niño corre a toda velocidad está aplicando mucha más fuerza de la que aplicaría en una máquina estándar del gimnasio.
Nadie piensa que un niño se va a quedar pequeño jugando en los columpios
Esta visión de David Marchante intenta abrir los ojos de padres y adultos a la hora de comprender qué es fuerza y qué no lo es. Aún así, si piensas que el entrenamiento de fuerza en el gimnasio tendrá efectos nocivos para el crecimiento y salud futura del niño, puedes leer este artículo de Vitónica en el que desmontamos todos esos mitos.
Imágenes | Kelly Sikkema (Unsplash)
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