Como ya sabemos en nuestra dieta existen infinidad de alimentos hacia los cuales tenemos una y otra predisposición, pero en muchos de ellos esto viene determinado por los mitos que han surgido a lo largo de ellos con los años. Es importante que los conozcamos para saber más sobre esos alimentos.
Uno de los principales mitos sobre alimentación es que el pan engorda y por lo tanto hay que retirarlo inmediatamente de la dieta si lo que queremos es adelgazar. Esto es falso, ya que el pan es un hidrato de carbono del que no podemos prescindir pues es necesario que nuestro organismo reciba la energía necesaria para poder hacer frente a la actividad cotidiana. Lo que sí debemos consumir con moderación son las grasas saturadas que se encuentran en alimentos como la bollería, dulces, carnes grasas…
Que los alimentos light no engordan es otro error habitual, ya que es cierto que contienen bajas cantidades de azúcar o ninguna, pues se sustituyen con edulcorantes, pero en su defecto, se les añaden grasas que aumentan su contenido calórico ayudando de esta manera a aumentar nuestro peso. Junto a este, otro mito a destacar es el que dice que la fruta engorda si la comemos de postre. Esto no es cierto, ya que engorda exactamente lo mismo, e incluso es beneficioso comer frutar ricas en vitamina C de postre, ya que nos ayudará a asimilar el hierro que hemos ingerido con los alimentos.
Mucha gente piensa que el pan tostado engorda mucho menos que el tierno. Nada más lejos de la realidad, y es que el proceso de tueste no afecta en absoluto a las características nutricionales del pan, con lo que seguirá manteniendo sus cualidades intactas. Lo único que diferencia al pan tostado del tierno es la pérdida del agua, lo que le hace ser más ligero, que es la cualidad que nos lleva a error y a pensar que engorda menos.
Otra creencia muy extendida es que el pan es mejor comerlo integral porque engorda menos y ayuda a que perdamos grasas. Pero esto puede llegar a ser un mito, ya que ambos tipos de pan están elaborados con harinas que nos aportan altas dosis de hidratos de carbono que de no consumirlos se almacenarán en forma de grasa. Lo único es que los cereales integrales liberan su energía poco a poco y contienen más fibras que nos hacen consumir más calorías a la hora de digerirse.
Mucha gente piensa que tomar un zumo de pomelo en ayunas nos ayuda a quemar grasas. Realmente esto tiene explicación, y no es que solamente suceda con el pomelo, sino que cualquier cítrico sirve, ya que estos contienen una sustancia estimulante de la vesícula que hará que ésta funcione mejor consiguiendo así que las grasas se procesen mucho mejor y que el organismo pueda expulsarlas. Es cierto que el pomelo tiene esta función, pero cualquier cítrico sirve.
Es importante que a la hora de alimentarnos apliquemos la lógica y no nos dejemos llevar por las falsas creencias populares que en la mayoría de los casos no tienen ningún fundamento serio que las refuerce y las haga útiles para mejorar nuestra salud.
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