Ya sabemos que el agua es la fuente de la vida. Es necesario para que podamos vivir, pues es el que mantiene nuestras células hidratadas. Pero no solamente es imprescindible para el organismo de forma interna, sino que externamente también nos aporta infinidad de beneficios.
Todos nosotros utilizamos el agua para asearnos. En la mayoría de los casos el agua que utilizamos está caliente, ya que muy raras veces lo utilizamos frío. Por esto es importante que tengamos en cuenta que el uso de agua fría para ducharnos es muy bueno para el organismo, ya que no solamente mejora la piel de forma externa, sino que tiene una importante repercusión en el funcionamiento de nuestro organismo a nivel interno.
En numerosas ocasiones hemos escuchado que ducharnos con agua fría es más beneficioso para nuestro cuerpo que hacerlo de otra manera, y es que es una de las principales curas de belleza de la piel. De hecho en la mayoría de spas y centros de wellness se suele utilizar como técnica, ya que sirve para activar la circulación sanguínea y mejorar considerablemente el riego de las células del organismo, algo que va a mejorar el estado general de la piel.
Pero no solamente activa la circulación, sino que es una buena manera de aliviar tensiones, estirar la piel y realizar un efecto exfoliante que elimina células muertas de la superficie de nuestra piel. Al actuar como un activador de la circulación sanguínea, las duchas de agua fría actúan como un reconstituyente y relajante muscular. Después del ejercicio es lo mejor para poder activa nuestro cuerpo y devolver a los músculos a su estado habitual. Además, es muy beneficioso para el cuero cabelludo, ya que al activarse la circulación sanguínea el riego mejora el estado general del cabello dándole más fuerza.
Pero no solamente tiene este efecto en nuestro organismo, sino que las duchas con agua fría estimulan la formación de glóbulos blancos mejorando la predisposición de nuestras defensas frente a los ataques de virus y bacterias. Es una buena forma de prevenir resfriados, gripes y demás afecciones habituales que suelen afectarnos a menudo. Además, las duchas con agua fría son la mejor manera de mantenernos alerta, ya que además de reconstituir nuestro organismo nos ayudan a mantener la mente despejada, estando más activos y despiertos.
Ducharnos con agua fría aumenta las cualidades depurativas del organismo, ya que las bajas temperaturas tienen un efecto diurético en el organismo, ayudando de esta manera a evitar la formación de nódulos de grasa. En el caso de los hombres son muy beneficiosas para aumentar la secreción de testosterona y con ella mejorar la calidad del esperma. Así que a partir de ahora debemos ser valientes y por lo menor terminar de ducharnos con agua fría para conseguir mejorar la salud.
Imagen | SXC
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