La pérdida de peso se asocia con un gasto metabólico total significativamente reducido, atribuible tanto a una reducción del gasto energético por actividad física como en reposo.
Aunque es probable que esta reducción se deba principalmente a la pérdida de grasa corporal como tejido libre de grasa, algunos han comentado que esto puede deberse a un mecanismo conocido como adaptación metabólica o termogénesis adaptativa.
Esta conservación de energía ha sido uno de los temas más controvertidos en el campo del sobrepeso y obesidad, no solo en términos de si existe, sino también de su relevancia clínica.
Algunas personas han argumentado que realmente las adaptaciones metabólicas son elevadas y otros han mostrado que cuando se comparan individuos con peso estable tras perder mucho peso con personas control de igual IMC, no existe evidencia de adaptación metabólica al nivel de la tasa metabólica en reposo.
Cuánto disminuye nuestro metabolismo
En este estudio se recogieron a 48 personas que tenían entre 25 y 50 años, tenían sobrepeso y no fumaban.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de los 4 grupos durante 6 meses: control (dieta de mantenimiento de peso), CR (25 % de déficit energético en función de los requisitos energéticos iniciales), CR+EX (déficit energético más ejercicio estructurado; 12,5 % de déficit más 12,5 % de aumento de la energía total mediante ejercicio estructurado) y dieta muy hipocalórica (LCD; dieta líquida de 890 kcal/día hasta una reducción del 15% del peso corporal, seguida de mantenimiento del peso).
La tasa metabólica basal se midió durante un período de 60 minutos mediante calorimetría indirecta, que es un a forma muy eficiente de conocerla.
Por otro lado, el peso se midió semanalmente con el participante en una bata de hospital después de un ayuno de 12 horas y después de que el participante hubiera orinado. La composición corporal se midió con DXA, que es otro artilugio muy utilizado y fiable para medir el porcentaje de grasa, masa muscular, masa ósea, etc.
Los resultados de este estudio indican que la tasa metabólica basal no disminuyó más allá de los valores esperados por los cambios en el peso y la composición corporal como resultado del déficit de energía que se logró a través de una dieta basada en un déficit de energía a través de la dieta únicamente o dieta más entrenamiento.
Es importante destacar que al sexto mes, el grupo de personas que bajaron de peso demostraron que la tasa metabólica basal bajó como mucho en 91 kcal/día.
Por qué nos estancamos
Está claro que si en seis meses únicamente gastamos casi 100 kcal menos al día, el problema no es el metabolismo, sino otros factores que sí podemos controlar.
Por ejemplo, es normal que después de mucho tiempo en un estado de déficit energético, solamos tener más hambre que al principio y que, de manera inconsciente nos engañemos creyendo que comemos menos calorías de las que estamos comiendo.
De hecho, enlazándolo con el párrafo anterior, ha habido algunos estudios que han observado que personas que comían más de 3.000 kcal al día, pensaban que no llegaban a 2.200-2.300 kcal, pasándose por casi 1.000 kcal entre lo que de verdad consumían y lo que creían consumir.
La actividad física también va disminuyendo a medida que vamos perdiendo peso porque nos encontramos más débiles. Si con anterioridad andábamos 10.000 pasos y ahora solo 7.000; realizábamos los entrenamientos de fuerza con una intensidad alta y ahora no es tan alta y encima disminuimos el volumen de entrenamiento, obviamente no gastaremos tantas kcal.
Esto es lo que de verdad hace que nos estanquemos en el peso y no por culpa de un metabolismo lento que no existe.
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