La anemia se puede definir de varias formas; como un número absoluto reducido de glóbulos rojos circulantes o una condición en la que el número de glóbulos rojos (y, en consecuencia, su capacidad de transporte de oxígeno) es insuficiente para satisfacer las necesidades fisiológicas.
Aunque se diagnostica con mayor frecuencia por una concentración baja de hemoglobina o un hematocrito bajo, la anemia también se puede diagnosticar mediante el recuento de glóbulos rojos y otros factores.
Qué son las anemias nutricionales
Las anemias nutricionales se producen cuando las concentraciones de nutrientes hematopoyéticos, los que intervienen en la producción o el mantenimiento de los glóbulos rojos, son insuficientes para satisfacer esas demandas.
Las causas de la deficiencia de nutrientes incluyen ingesta dietética inadecuada (querer perder grasa corporal con pocas calorías), aumento de las pérdidas de nutrientes (hemorragias asociadas con el parto o pérdidas menstruales abundantes), absorción alterada (falta de factor intrínseco para ayudar a la absorción de vitamina B12 o infección con Helicobacter pylori que altera la absorción de hierro), o alteración del metabolismo de los nutrientes.
Cuáles son las anemias nutricionales más comunes
Anemia por déficit de hierro
La deficiencia se desarrolla cuando la ingesta de hierro en la dieta no puede satisfacer las necesidades de hierro durante un período de tiempo, especialmente durante los períodos de la vida en los que los requisitos de hierro son particularmente altos (durante los períodos de rápido crecimiento y desarrollo, como la infancia y el embarazo) o cuando las pérdidas de hierro superan a la ingesta de hierro.
La OMS recomienda evaluar el estado del hierro utilizando la ferritina sérica o el receptor de transferrina soluble (algo que debe evaluar el médico). La ferritina sérica, una medida del hierro almacenado en el cuerpo y una medida sensible de la deficiencia de hierro, está elevada por la respuesta de fase aguda a una deficiencia de hierro.
Las estimaciones han ubicado el número de personas afectadas por deficiencia de hierro en 2 mil millones, y parece que esta deficiencia de hierro contribuye a aproximadamente el 50% de los casos de anemia en todo el mundo.
Deficiencia de vitamina A
Esta deficiencia de vitamina A se produce sobre todo en mujeres embarazadas. Se ha demostrado que la suplementación con vitamina A o incluir alimentos ricos en esta vitamina aumenta las concentraciones de hemoglobina, el hematocrito y algunos índices del estado del hierro, incluso cuando se administra en ausencia de suplementos de hierro.
Se cree que la deficiencia de vitamina A causa anemia a través de múltiples mecanismos, incluido el papel de los retinoides en la creación de nuevas células sanguíneas y porque su deficiencia afecta negativamente en el metabolismo del hierro.
Deficiencia de vitaminas del grupo B
Varias vitaminas B están involucradas en la síntesis de la hemoglobina o el metabolismo del hierro, incluidas la B2, la B6 (esta casi no se ve), la B9 y la B12. Las deficiencias de estos nutrientes se han asociado con anemia.
Tanto la deficiencia de vitamina B12 como la de B9 pueden provocar anemia. Las deficiencias de estos nutrientes afectan la síntesis de ADN y la división celular en la médula ósea (por esta razón es tan importante que los veganos e incluso a veces los vegetarianos, se suplementen con vitamina B12, ya que únicamente se consigue a través de alimentos de origen animal). La deficiencia de B9, además, también puede conducir a una disminución de la vida útil de las células sanguíneas.
El papel de la B2 es una parte importante del metabolismo del hierro, y la deficiencia de esta vitamina en personas puede disminuir la movilización de hierro de las reservas, disminuir la absorción de hierro, aumentar las pérdidas de hierro y afectar la producción de hemoglobina.
La importancia de una dieta personalizada
Personalmente, como nutricionista me he encontrado en alguna ocasión con personas que tenían varias deficiencias debido a que han realizado dietas muy extremas para perder grasa, las cuales no solo no te van a ayudar a perder grasa, sino que pueden y, de hecho, son peligrosas para la salud.
Por esta misma razón, lo mejor es contratar a un nutricionista que te ayude a alcanzar los objetivos que, te aseguro, acabarás consiguiendo y podrás mantenerlo en el tiempo, que es lo más importante.
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