Lo llaman el "Yoga para la mente" y está considerado como una de las actividades más relajantes que podemos realizar en cualquier lugar. El Zentangle o dibujo de patrones es sencillo y accesible a todos los públicos, desata nuestra creatividad, nos relaja y nos ayuda a gestionar las situaciones de estrés. ¿Quieres saber cómo se hace?
Para hacer nuestro propio Zentangle o dibujo de patrones solo necesitamos una hoja de papel cuadrada (aunque no importa si es un folio rectangular) y unos rotuladores negros con puntas de distinto grosor. Comenzamos a trazar en nuestra hoja dibujos abstractos con distintas formas: espirales, círculos, polígonos... Los dibujamos por toda la hoja, donde más nos vaya apeteciendo.
Una vez que tenemos la hoja más o menos cubierta es hora de comenzar con los patrones. Empezamos a rellenar cada una de las formas con un patrón diferente: pueden ser líneas paralelas, líneas cruzadas, puntos pequeños o círculos algo más grandes, estrellas, espirales pequeñitas... No hay límite: dibuja lo que más te apetezca hasta que cubras la hoja por completo.
Dibujar Zentangle es muy intuitivo y relajante: no existen normas, no es técnico y además fomenta la creatividad. Podemos aprovechar cualquier momento para ir rellenando nuestra hoja (no es necesario hacerlo todo en la misma sesión): puedes hacerlo mientras hablas por teléfono, mientras estás en el autobús o en el metro, o durante unos minutos antes de dormir para relajarte.
Otras posibilidades del Zentangle son el trabajo colaborativo (lo empiezas tú y lo continúa otra persona, y podéis ir alternándoos) o el trabajo figurativo en lugar de abstracto, partiendo por ejemplo de la silueta de una animal que pasamos a decorar con los patrones. Pueden quedarnos obras tan chulas como esta.
¿Te animas a probar el Zentangle?
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