Errar es de humanos, aprender es de sabios. A la hora de entrenar solemos cometer muchos errores, pero poco a poco el aprendizaje social nos hace aprender de ellos. En la pérdida de peso y recomposición corporal solemos utilizar el entrenamiento de resistencia como base, lo que nos impide lograr el éxito y además consume nuestra energía y ánimo. Christine, el ejemplo de este artículo, es uno de tantos que cuando pierde el miedo al entrenamiento de fuerza ve como por arte de magia encajan todas las piezas.
El cambio físico es posible si minimizamos los errores
En Women's Health recogen el testimonio de Christine, una mujer que como muchas otras, entrenaba de forma incorrecta y no conseguía sus objetivos estéticos. Al descubrir que el entrenamiento de fuerza era realmente lo que necesitaba, comenzó su verdadera transformación.
El error común de cualquier persona es comenzar a entrenar, pero sin saber muy bien qué hacer. Lo más fácil es ponerse unas zapatillas y andar o correr, y eso es lo que suele pasar. El problema es que lo más fácil no es siempre lo óptimo, y destacamos la historia de Christine para evitar que este error también te pase a ti.
Cardio versus fuerza para cambiar cuerpo y vitalidad
Christine comenta que entrenaba duro durante horas, pero no veía cambios en su cuerpo. A ella le decían que era mejor entrenando fuerza, pero no comprendía como moviéndose menos y quemando menos calorías tendría mayores mejoras, hasta que un día lo probó.
A día de hoy comparte sus entrenamientos en su plataforma The Balanced Fit Life, en la que realiza circuitos y todo tipo de ejercicios de fuerza. Si estás en la misma posición que Christine al inicio, no te veas intimidada por personas que levantan mucho más peso. Ese día llegará a medida que progreses en los entrenamientos.
De tener miedo a los burpees a dirigir clases enseñándolos
Antes de probar la fuerza y los entrenamientos de alta intensidad a intervalos (HIIT), Christine se sentía intimidada por ese tipo de sesiones. Ahora es mucho más fuerte física y mentalmente gracias a ellos. De hecho, lo ha convertido en su estilo de vida, impartiendo clases de fuerza y HIIT.
Mensajes para llevar a casa del caso de Christine
No debemos buscar estar delgadas u obsesionarnos con un número de la báscula porque eso nos llevará a frustración, falta de autoestima e irritabilidad. El foco debemos ponerlo en estar sanas mediante un estilo de vida activo, buscando un equilibrio entre el entrenamiento, la nutrición y nuestras tareas y gustos cotidianos.
Hay vida más allá del gimnasio, y paradójicamente las adaptaciones del entrenamiento llegan cuando descansamos, así que no hay que entrenar todos los días a todas horas. Debemos dejar tiempo a nuestros músculos para que se recuperen y crezcan.
Comer menos no es la solución. Cuando queremos mejorar nuestra composición corporal solemos utilizar mitos como "cerrar el pico", "comer menos y moverse más", pero realmente no es comer menos, es comer mejor, y eso puede ser comer más.
La fuerza es la cualidad básica sobre la que se sustentan todas las demás. Lo ideal no es centrarse únicamente en la fuerza, ni únicamente en la resistencia, sino hacer una mezcla de ambas. Al convertirnos en una atleta híbrida obtendremos lo mejor de cada disciplina, y nuestro cuerpo y salud saldrán ganando.
Imágenes | Cliff Booth (Pexels)
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