Padecer depresión es una situación especialmente dura porque además de los síntomas de la propia enfermedad, las personas que la padecen sufren una gran incomprensión por parte de su entorno y de la sociedad, que desconoce en gran parte en qué consiste esta y otras enfermedades mentales.
Además, los tratamientos no son sencillos y en ocasiones tardan meses en ajustarse completamente y empezar a hacer efecto. Por eso son esperanzadores los resultados de un nuevo estudio que concluye que una terapia de privación de sueño administrada de forma controlada reduce rápidamente los síntomas de depresión hasta en la mitad de los pacientes.
El estudio ha consistido en la revisión de los resultados obtenidos durante 30 años de investigaciones en la escuela de medicina de la Universidad de Pensilvania. Según los investigadores, la privación parcial de sueño (dormir durante tres o cuatro horas, seguidas de unas 20-21 horas despiertos) es igual de efectiva que la privación total de sueño (pasar 36 horas seguidas despierto), y el efecto no parece estar influido por ninguna medicación.
66 estudios hechos en 36 años lo corroboran
Estudios anteriores ya habían señalado este rápido efecto antidepresivo de la privación de sueño para entre el 40 y el 60% de los pacientes, pero no se había analizado al detalle desde 1990, lo cual dificulta el entender cómo de efectivo es realmente el tratamiento y cómo conseguir los mejores resultados.
Así que los autores de esta investigación recopilaron más de 2.000 estudios y extrajeron datos de 66 de ellos realizados en un periodo de 36 años para determinar cómo esa mejora respondía al tipo y el tiempo de privación de sueño (total vs. parcial), al tipo de paciente (con depresión, con episodios agudos o con ambos), a la medicación que éste estuviese tomando, a su edad y a su género.
Según sus resultados, la privación de sueño es efectiva para muchas poblaciones diferentes: el rango de respuesta era el mismo con independencia de cómo se administra la privación de sueño o el tipo de depresión que padezca el paciente.
Claro que todavía hace falta más investigación que identifique exactamente cómo se genera esa reducción en los síntomas y la gravedad de la depresión, así como para identificar exactamente a qué pacientes puede beneficiar este tratamiento.
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