A pesar de que comemos y nos nutrimos con lo que vuestro cuerpo necesita, muchas veces sentimos más hambre y nos lanzamos a comer sin necesidad, simplemente porque el cuerpo nos lo pide. Esto es lo que esgrimimos en defensa de esta postura, ya que no es que el cuerpo nos lo pida, sino que esto se debe más a que nuestra mente nos lo pide y acaba pudiendo y teniendo más peso que nuestra propia voluntad, lo que nos lleva a comer sin control, como si no estuviésemos saciados. Por ello en esta ocasión queremos ver cómo la saciedad a la hora de comer es algo totalmente psicológico.
El poder de la mente es algo que todos tenemos presente, y es que aunque no nos demos cuenta nuestra percepción domina en gran medida nuestros actos cotidianos. Lo mismo sucede a la hora de alimentarnos, y es que muchas veces la sensación de saciedad no sucede simplemente por no haber ingerido la suficiente comida, sino que intervienen otros factores que son los que nos hacen comer más sin darnos cuenta y engordar.
Antes de nada debemos saber cómo funciona el mecanismo de saciedad de nuestro cuerpo. Nosotros cuando comemos y llenamos el estómago de comida generamos una serie de estímulos que recibe el cerebro. Estos estímulos lo que indican son el grado de saciedad que tiene nuestro cuerpo, es decir, si hemos recibido o no el alimento suficiente para alimentarnos y dejar de comer. Pero hay que tener en cuenta que el cerebro no recibe estos estímulos hasta pasados una media de veinte minutos más o menos desde que empezamos a comer, que será el momento en el que nos sentimos llenos. Pero mientras tanto la cantidad de alimento que consumimos puede ser muy elevada.
Trucos para sentirnos saciados antes
Pero la mente no es invencible, y podemos cambiar la percepción de lo que comemos y acabar con la sensación de hambre con sencillos trucos. La saciedad se puede controlar, y en Vitónica lo sabemos muy bien. Existen muchos trucos a la hora de llevarnos el alimento a la boca, al igual que siempre reparamos en el tipo de alimentos que vamos a consumir podemos reparar en la manera de hacerlo para engañar a nuestra percepción y sentirnos saciados antes.
La presentación de los platos y el sencillo acto de sentarnos a comer tiene mucho que ver a la hora de sentirnos antes saciados. Como siempre se ha dicho, se come también por los ojos, y es que es necesario que la comida se presente plato por plato y en recipientes pequeños para que nos dé la sensación de que consumimos más cantidad de alimento. Este sencillo gesto, y sentarnos a la mesa a comer nos hará concentrarnos en la comida y en lo que hacemos, de modo que nos sentiremos saciados mucho antes consumiendo menos alimento.
Si por el contrario no nos concentramos en lo que estamos comiendo corremos el riesgo de no sentirnos saciados y consumir más alimento, ya que nuestra mente no procesa esa manera de comer como un acto en sí. Simplemente no chequearemos esa cantidad de alimento como parte de lo que hemos comido a lo largo de la jornada, y por lo tanto ingeriremos más alimento en posteriores comidas, incurriendo en un número mayor de calorías.
Por estos motivos es importante que controlemos hasta el mínimo detalle a la hora de comer, ya que es necesario que prestemos atención a este acto, pues de lo contrario la saciedad no estará controlada, y la sensación de lleno será mucho menor, haciendo que ingiramos mucha más cantidad de alimento. Es necesario que controlemos la saciedad engañando a nuestra mente a la hora de sentarnos a comer.
Imagen | avidd
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