Nuestro cuerpo contiene alrededor de un 60% de agua y su consumo es muy importante para nuestra salud. Por ello, es importante que tengamos una buena hidratación diaria, y la podemos conseguir mediante una botella de agua o mediante alimentos de alto contenido acuoso.
Pero, surgen muchas dudas sobre cuál es la cantidad de agua que tenemos que beber al día, y el problema surge que la indicación actual de beber dos litros de agua no es tan simple, la realidad es más compleja.
Qué cantidad de agua hay que beber al día
Según fuentes de información recomiendan entre dos y tres litros de agua al día por persona, pero desgraciadamente no existe una base científica para recomendar tal cantidad, ya que cada uno necesita sus requerimientos, dependiendo de las circunstancias y de su día a día.
Si concretamos más, por norma general, se recomienda que, en adultos sanos, consumir unos 3,7 litros en los hombres y unos 2,7 litros en las mujeres. Pero muy difícil determinar la cantidad de agua que consumimos al día, porqué esa agua viene derivada de muchos alimentos y bebidas que consumimos durante el día. Por ello, es muy difícil calcular tal cantidad.
Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda beber ninguna cantidad en concreto, sino que, mediante el consumo de agua y alimentos con alto contenido acuoso (que son el 20% aproximadamente), mantener una buena hidratación diaria.
Es importante dejar claro que la cantidad dependerá del grado de deshidratación que tengas, por lo tanto, no es obligado terminarte una botella de agua con la medida exacta, sino que mantengas durante el día la hidratación que tu cuerpo necesita para no tener sed.
Cinco sencillos trucos para beber más agua
Trata de ponerte metas sencillas
Beber tres litros de agua ya en el primer día, seguramente va a conllevar un fracaso, sobre todo si no estás acostumbrado a beber esa cantidad de agua. Trata de empezar poco a poco, con cantidades un poco más pequeñas y repartidas durante el día. De esta forma, la adaptación va a ser mejor.
Otro truco es establecerte pequeños objetivos durante el día, por ejemplo beber medio litro de agua antes de comer, ya que si lo cumples puede ayudar a motivarte.
Además, sería interesante que si eres una persona que consume bebidas con poco contenido acuoso e insalubres, poco a poco sustituyeses esas bebidas por agua. De esta forma mejorarías tu estado de salud al eliminar bebidas no saludables.
Lleva siempre una botella de agua encima
Tener siempre agua a mano es una estrategia excelente para recordar que tienes que beber de forma constante. Por ello, si sales de casa trata de tener siempre agua a mano.
Otra estrategia interesante es poner un mensaje recordatorio a la botella, trata de hacerlo de tal forma que capte tu atención, de este forma se formará un estímulo en tu cabeza, ayudándote a recordar que tienes que beber.
Trata de ponerte horarios
Este truco está muy relacionado con el establecimiento de metas, trata de planificar horarios de consumo de agua para controlar la ingesta de líquidos.
Al ponerte horarios, estableces una rutina que es más fácil de cumplir si no tienes costumbre de beber agua cuando tienes sed. Además, fraccionas el consumo de agua durante el día, haciendo que disminuya la sensación de pesadez que puedes tener al inicio.
Ponerte alarmas es una estrategia interesante si se te olvida beber agua dentro de los horarios que te has establecido, y para empezar te puede ir bien.
No dejes pasar por alto la sed
Escuchar tu cuerpo es algo que no hacemos muy a menudo, intenta priorizar tu sed y no dejarla para luego. Tener la botella siempre en la mano te ayudará a tener un líquido siempre a tu disposición para calmar esa sensación de sed.
Es importante que tengas en cuenta que esta sensación es más importante de lo que creemos, porqué la sed es un indicativo de inicio de deshidratación. Por ello, es imprescindible que te hidrates durante todo el día.
Intenta usar saborizantes naturales
Es completamente normal que al principio te cueste beber agua si no estás acostumbrado, y sobre todo si tu principal fuente de hidratación con bebidas alcohólicas, café o bebidas gaseosas. Si este es tu caso, tardarás en conseguir que tu cuerpo se acostumbre a solamente beber agua.
Una buena manera de adaptarte a este cambio es utilizar saborizantes naturales para darle un poco de sabor a tu agua, de esta forma adaptarte más a esta nueva forma de hidratarte. Y, poco a poco, trata de disminuir la cantidad de saborizantes que uses, hasta eliminarlos por completo.
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