Las celebraciones de Navidad no solo suelen implicar regalos, familia y mucha, mucha, comida. Estas fiestas y cenas familiares y de amigos suelen venir acompañadas de un gran consumo de alcohol. Este año, habiéndonos propuesto pasar unas navidades más saludables, el alcohol no debería entrar en la ecuación.
Lo primero es porque, obviamente, el consumo de bebidas alcohólicas pone en riesgo nuestra salud desde la primera copa. Pero también porque beber alcohol puede suponer que perdamos el foco con la alimentación también, llevándonos a empachos y a consumir comida casi sin darnos cuenta. Por ello, este año tenemos la firme intención de cambiar las bebidas alcohólicas por el consumo de deliciosos cocktails sin alcohol. Compartimos las recetas con vosotros para que también podáis disfrutar de ellos.
Mojito virgen
El mojito es el rey de mi casa - y de mi vida -. A todos mis familiares les encanta y es una bebida que siempre estamos dispuestos a consumir. Este año vamos a disfrutar del mismo sabor, pero evitando el alcohol y la resaca del día siguiente.
Ingredientes: 150 ml de agua con gas, 60 g de lima, 15 ml de sirope de azúcar, 3 g de menta y hielo picado al gusto.
Elaboración: poner unas 10 hojas de menta y 3 gajos de lima en la parte de abajo del vaso. Añade el sirope de azúcar y tritúralo todo hasta que la menta y la lima suelten bien su jugo. Después, añade hielo picado al gusto -normalmente hasta arriba -y añade el agua con gas hasta llenar el vaso. Remueve y decora y está listo.
Piña colada sin alcohol
Después del mojito la piña colada es mi cocktail favorito en el mundo entero. Probablemente se deba a su sabor dulce o a que me recuerda a mi época de juventud en la que cualquier cosas más fuerte me resultaba imposible de beber. Sea cómo sea, la receta sin alcohol me parece igual de deliciosa que la tradicional.
Ingredientes: 300 ml de zumo de piña, 125 ml de leche (de tu preferencia aunque la de coco es estupenda para esta receta), hielo al gusto. Además, se le puede añadir una cucharada de azúcar aunque si se usa leche de coco no es necesario.
Elaboración: se licuan todos los ingredientes juntos hasta que consigamos una mezcla que resulte homogénea y que esté a nuestro gusto.
San Francisco
Una de las ventajas que tienen los cocktails sin alcohol es que si alguno no te gusta por causa del tipo de alcohol que lleva, como me pasa con el San Franciso, en la modalidad sin alcohol puedes tomarlo.
Ingredientes: 40 ml de zumo de naranja, 30ml de zumo de limón, 40 ml de zumo de piña, 30 ml de granadina y hielo picado.
Elaboración: en una coctelera o en un bote de vidrio que podamos tapar introducimos tanto el hielo como todos los zumos y los agitamos bien. Posteriormente añadimos la granadina y volvemos a agitar. Servimos en un vaso y adornamos al gusto.
Arnold Palmer
Creada por el conocido golfista amerícano Arnold Palmer, este cocktail es una de las bebidas sin alcohol más conocidas del mundo. Lo especial de este cocktail es que fue originalmente elaborado sin alcohol y, aunque existe una versión con alcohol, esta es versión original.
Ingredientes: hielo, media parte de limonada y media parte de té helado - normalmente negro -.
Elaboración: tras llenar un vaso con hielo, llenamos hasta la mitad con limonada y la mitad restante con té helado.
Shirley Temple
Este cocktail también es uno de los más conocidos entre los que no contienen alcohol. En este caso, debe su nombre a la conocida actriz de cine.
Ingredientes: 35 ml de granadina, 14 ml de zumo de limón exprimido, 14 ml de zumo de lima también exprimida, 85 ml de bebida de soda o de agua con gas y dos cerezas.
Elaboración: mezclamos en un vaso alto la granadina y los dos zumos. Cuando esté bien mezclado añadimos el hielo y la bebida de soda o el agua con gas hasta llenar el vaso. Removemos, mezclamos y decoramos con las cerezas.
Green Apple Sparkler
Para los amantes de la manzana este cocktail también sin alcohol conseguirá hacer las delicias. Es fresquito, es rico y da la sensación de ayudar con la pesadez estomacal después de comer.
Ingredientes: una pizca de azúcar, una taza de agua, una manzana verde pequeña, una lima exprimida, soda fría, hielo y lima para decorar.
Elaboración: calentar el agua con el azúcar e ir revolviendo hasta que el azúcar se disuelva en el agua. Una vez hecho eso, lo quitamos del fuego, añadimos el zumo de la lima y lo dejamos enfriar fuera de la nevera. Posteriormente se corta la manzana en gajos gruesos y se añaden dos o tres a la mezcla de agua, azúcar y lima anterior. Esta mezcla se tapa, se pone a enfriar y se deja entre cuatros horas y dos días. Al servir se cuela la mezcla en un bol aparte, en un vaso con hielo llenamos un tercio de dicha mezcla y los otros dos tercios de soda. Se remueve y se decora con lima y con manzana al gusto.
Little Pink Pearl
Para mí este es el cocktail más particular, más exótico y más divertido. Su color y sus diferentes sabores lo vuelven una bebida muy especial y llamativa. Cada vez que lo bebo me siento un poco como si estuviera en una capítulo de Sexo en Nueva York.
Ingredientes: 56 ml de zumo de pomelo rojo exprimido, 28 ml de zumo de lima exprimida, 14 ml de sirope de almendra o de horchata dependiendo de nuestros gustos, hielo y una rodaja de pomelo si queremos decorar con él.
Elaboración: el vaso en el que vayamos a hacerlo - preferiblemente de cocktail - debe estar frío por lo que es recomendable tenerlo en el frigorífico. Mezclamos en una coctelera ,o similar, llena hasta la mitad con hielo el zumo de pomelo, el zumo de la lima y el sirope que hayamos elegido. Agitamos bien hasta que notemos que la coctelera está fría por la parte de fuera. Echamos la mezcla en el vaso elegido y la decoramos a nuestro gusto. A mí me gustan más las sombrillitas que la decoración con frutas, pero eso es a elección de quien vaya a tomarlo.
Algo que debemos tener en cuenta en casi todas estas bebidas es que llevan azúcar añadido. O bien porque es parte de la receta, o bien porque los zumos o los siropes los contienen. Por ello, se trata de un tipo de bebida que debemos consumir de manera puntual incluso aunque no tengan alcohol y de las que no debemos abusar de manera habitual.
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