Descansar bien es muy importante. No es solo una cuestión de energía sino que es fundamental desde el punto de vista de la salud. El simple hecho de dormir poco puede hacerte ganar peso además se pueden presentar síntomas de depresión, cansancio e irritabilidad.
Normalmente con tomarse el descanso más en serio es suficiente. El simple hecho de irse a la cama antes ya es una decisión importante a la hora de mejorar la cantidad de horas que duermes y la calidad de tu descanso, pero no siempre basta con eso.
Otras veces, una mala alimentación o, como vamos a ver en este caso, la falta de algunas vitaminas importantes como la Vitamina D puede estar perjudicando tu descanso.
En un estudio de doble ciego realizado sobre personas de entre 20 y 50 años se descubrió que esta vitamina juega un papel fundamental a la hora de dormir. Durante ocho semanas se le suministró a uno de los grupos un total de 3.500 UI diarias de vitamina D. Al otro grupo se le dio una pastilla placebo.
Después de este periodo se comprobó la cantidad de horas que dormían los participantes de cada grupo y la calidad del sueño y se dieron cuenta de que el grupo que estuvo consumiendo la vitamina mejoró en ambos aspectos más que el grupo placebo.
En total hablamos de casi una hora más de sueño diaria, pero además de una calidad superior. Menos latencia, mayor sensación de descanso y mejor calidad subjetiva del sueño tras responder un test.
¿Por qué mejora la calidad del sueño la Vitamina D?
Al final la deficiencia de Vitamina D se asocia con problemas cardio vasculares, salud muscular, osteoporosis y un sistema inmunológico débil entre otros problemas. Esto al final se traduce en dolores, mal estar y fatiga que perjudican la calidad de tu sueño.
Además, más allá del sueño la deficiencia de vitamina D es un problema global mucho más habitual de lo que podemos pensar. Al final esta vitamina, aunque se encuentra en algunos alimentos, la obtenemos principalmente del sol y, por desgracias, la mayoría de la población no pasa tiempo suficiente al sol como para llegar a los requerimientos mínimos.
Alimentos ricos en Vitamina D
Cómo digo, la principal fuente de esta vitamina es el sol, pero por medio de la dieta podemos obtener un extra si sabemos elegir los alimentos adecuados. Por ejemplo, hay pescados ricos en vitamina D como el salmón, las sardinas o las ostras. Podríamos hacernos unas hamburguesas de salmón, unos rollitos de salmón ahumado o unos rollitos de sardina con verduras al horno.
También hay algunos productos como lácteos, cereales enriquecidos y hongos que nos pueden aportar una buena cantidad de esta vitamina. El simple hecho de mirar la etiqueta a la hora de escoger unos cereales para el desayuno puede ayudarnos a aumentar nuestra ingesta de vitamina d o, mejor aún, aprender a añadir hongos a nuestros platos.
Y por último, pero no menos importante, tenemos a los huevos. Su cantidad en vitamina d es baja (unos 9mg cada 100), pero es una forma sencilla de añadir un extra en nuestro día a día sin perjudicar nuestra salud y compatible con veganos.
Imágenes | iStock
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