La carrera tiene unos beneficios indudables pero hay que enmarcarlos de tal manera que no sean contraproducentes para la salud. La fuerza de voluntad puede llevar al cuerpo a cotas más altas que las que habíamos previsto en un principio pero también puede jugar malas pasadas.
Todos recordamos a Gabriela Andersen en la prueba de maratón de Los Ángeles 1984, con una deshidratación muy severa, terminando la carrera desorientada y cerca del desmayo. Marcó un hito en el espíritu olímpico pero puso su salud en serio peligro.
Vamos a relacionar los aspectos positivos con los riesgos para obtener una visión de conjunto de este gran deporte. Con esta entrada terminamos la serie sobre el atletismo y las lesiones con una idea: "El mejor atleta es aquel que nunca se tiene que retirar por una lesión".
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Articulaciones. El movimiento facilitará la hidratación y la circulación en estas estructuras. El riesgo en las carreras de velocidad, es que la potencia que absorven es tan alta que podemos generar una luxación . En las carreras de fondo, la contínua repetición de los impactos en los miembros inferiores la vibración que transmiten a todo el cuerpo pueden favorecer la aparición de artrosis.
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Circulación. El retorno venoso se ve favorecido por la acción de la musculatura de la pantorrilla, que en cada contracción actúa como una mano exprimiendo un tubo de pasta de dientes, y facilitando mediante el estrechamiento de la luz de las venas, que la sangre regrese al corazón. Este factor, combinado con otros de carácter vascular y relacionados con la actividad, lleva a todo el sistema circulatorio a un grado de estrés, por lo que la supervisión médica periódica es imprescindible para evitarnos sobreesfuerzos cardíacos.
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Hormonas. Si se corre de forma continuada y en distancias largas, el metabolismo se intensifica, pudiendo sintetizar una mayor número de calorías y, por lo tanto, contribuyendo al mantenimiento del peso en una buena proporción de grasa. Si se realiza de manera excesiva puede alterar el equilibrio del organismo y reducir la capacidad inmunitara, crear una sensación mantenida de agotamiento y reducir el nivel de salud del deportista.
Realmente, la anatomía y fisiología humanas están diseñadas (evolutivamente hablando) para la marcha más que para la carrera, por eso debemos entender la carrera como un esfuerzo y respetarla como tal. Puede generarnos gran satisfacción durante toda nuestra vida, si somos capaces de hacer este deporte compatible con nuestras características físicas.
Vía | Beneficios de la carrera En Vitónica | Corredores (II). ¿Por qué puede surgir una lesión? En Vitónica | Corredores (I). ¿Qué tipo de atleta soy?