Existe una situación que se considera la pesadilla de todo corredor, se trata de la temida pájara. Muchas veces aparece sin que muestre ningún síntoma, y puede por sí misma arruinarnos la actividad que vamos a llevar a cabo. Por ello en Vitónica vamos a dedicar este post a este malestar que puede sucedernos a cualquiera mientras estamos haciendo deporte.
La pájara se caracteriza por un agotamiento extremo de nuestro cuerpo. La aparición de ésta se manifiesta de diversas maneras, suele aparecer en forma de calambres, tirones, fatiga muscular… Cuando aparece la pájara nuestra mente está en perfecto estado y seguramente las ganas y la motivación no nos falten a la hora de hacer deporte, pero el problema está en el cuerpo que no responde. Por ello vamos a ver los motivos y como evitarla.
Causas de la pájara
Básicamente la pájara se debe a que las pilas de nuestro organismo están bajas de potencia. Hablando claro, se debe a una falta brutal de energía que obliga a nuestro cuerpo a racionar la que tiene y por eso los músculos dejan de funcionar de manera adecuada y por lo tanto ya no seremos capaces de hacer frente al entrenamiento que estamos llevando a cabo.
Cuando tiene lugar una pájara el flujo de sangre se ralentiza, por lo que los músculos y las diferentes partes del cuerpo reciben mucha menos energía. Como comentábamos antes es una respuesta del organismo a una falta de energía debida a una mala alimentación o a un cansancio excesivo. A la circulación más lenta hay que sumar que los músculos generarán más ácido láctico por la falta de energía, lo que complicará aún más las cosas a la hora de tener fuerza y seguir con la actividad.
Consejos para evitar la pájara
Es importante que sepamos atajar la temida pájara, y para ello es necesario que ante todo sepamos escuchar a nuestro cuerpo, y es que normalmente se sabe cuándo la pájara está por llegar, y es que si conocemos bien a nuestro cuerpo sabremos que no estamos al cien por cien y que por ello la intensidad del entrenamiento debe ser menor de lo habitual para así resistir bien y no llegar a estos extremos.
Seguir una alimentación correcta es fundamental si lo que queremos es evitar esto. Los hidratos de carbono son fundamentales para poder hacer frente al ejercicio y a los requerimientos del mismo. Por eso es necesario que en la dieta de un deportista estén presentes, y sobre todo si solemos hacer deporte. A esto hay que sumar que sean de origen integral, ya que nos darán energía por más tiempo, haciendo que la aprovechemos mejor. Junto a esto el descanso es esencial para evitar este malestar.
Imagen | GBosca
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