Un error que puede resultar habitual en el corredor novato es el de querer ir demasiado deprisa en sus progresiones, y en las primeras semanas de empezar a practicar la carrera ponerse a hacer series. Es un error hacer series si te estás iniciando en la carrera, lo más importante en los inicios es formar una buena base aeróbica.
¿A qué nos referimos con una buena base? A hacer rodajes poco a poco incrementando el kilometraje, para construir una buena base aeróbica: solo después de tener una base aeróbica buena tiene sentido hacer series para mejorar el ritmo de carrera.
Si apenas tenemos hecho un trabajo aeróbico, las series sólo sirven para quemarnos y hacer entrenamientos de demasiada intensidad que acabarán por hacer que odiemos la carrera o que alguna lesión nos venga de golpe. Hay que acostumbrar poco a poco a nuestro corazón, pulmones, músculos y articulaciones a este bonito deporte. Sin prisa pero sin pausa.
Si nunca has corrido y te preguntas cuándo es bueno hacer series, una buena medida es que pasemos de al menos unos cuantos meses haciendo rodajes en progresión (en calidad y cantidad), según el nivel de forma física que tengas. Y una vez conseguida esa chispa de salir a correr y acabar como una rosa, es cuando se debe empezar a meter series de 400 metros, 1.000 metros, 2.000 metros o más, para ganar velocidad y mejorar marcas.
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