Llegado el calor y las altas temperaturas, nuestras actividades varían, nuestro cuerpo siente los cambios y nuestra dieta debe adecuarse a dichas modificaciones.
Para mantener una dieta equilibrada y saludable que permita mantener nuestro organismo bien nutrido, hidratado y limpio, es esencial incluir pequeños cambios en nuestra dieta de verano.
- Lo principal es beber más cantidad de líquido de lo que acostumbramos a consumir, pues es de esperar que el calor nos obligue a perder más agua que necesita ser restablecida.
- Con el agua que eliminamos, también se pierden vitaminas y minerales, por lo tanto, debemos incluir más de éstos a través de la alimentación y para ello, nada mejor que las frutas, verduras y lácteos frescos.
- El calor suele quitarnos el deseo de comer abundantes y calóricas comidas, por eso, lo ideal es implementar preparaciones frías que sean agradables al paladar pero que al mismo tiempo, refresquen nuestro cuerpo. Se pueden ingerir licuados y sopas frías, ensaladas con carne cocida, pastas en ensaladas con vegetales u otras comidas completas pero sin temperaturas elevadas.
- Para no reducir las calorías ingeridas drásticamente debido a la inapetencia que provoca el calor, procure consumir pequeñas porciones frecuentemente sin pasar más de 3 horas sin comer.
- Para mantener limpio y purificar el organismo lo mejor es consumir agua en cantidades adecuadas y alimentos ricos en fibra tales como cereales integrales, legumbres, frutas y verduras frescas.
- Con el objetivo de contribuir a un bronceado saludable y cuidar la piel de los rayos solares, además de evitar las horas pico, debemos consumir alimentos ricos en vitamina A o betacarotenos, como zanahoria, tomate, sandía, zapallo, choclo y todas aquellas hortalizas o frutas de color naranja o rosado.
- Los alimentos en verano deben estar adecuadamente refrigerados, sobre todo, las carnes crudas. Ésto evitará infecciones bacterianas que pueden ocasionar malestares digestivos.
- No elimine completamente los azúcares simples de su dieta para evitar hipoglucemias, para ello puede recurrir a la fruta que contiene azúcares naturales o zumos de las mismas.
Estos pequeños consejos pueden ayudarte a mantener la vitalidad y prevenir malestares propios de las altas temperaturas y actividades de verano.
Cuidarse y prevenir es la mejor forma de disfrutar del verano con tranquilidad y vivir saludablemente.
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