Un ambiente obesogénico hace referencia a todo aquello que nos incita o invita a comer más de la cuenta o a ser sedentarios. Con el tiempo, un ambiente obesogénico hace que ganemos peso y caigamos en el sobrepeso u obesidad.
El ambiente obesogénico va desde dónde hacer la compra hasta cuándo salir de casa para evitar el sedentarismo. Muchas veces son pequeños hábitos o gestos los que evitan caer en este ambiente de obesidad. Veamos algunos consejos prácticos para evitar el ambiente obesogénico.
Elige bien dónde hacer la compra: no es lo mismo ir a una frutaría de barrio a comprar limones que a una gran superficie. En las grandes superficies está todo preparado para que "piques" y compres esos alimentos que son totalmente prescindibles. En general, cuanto más evitemos los establecimientos con alimentos procesados, mejor. Y si vamos a una gran superficie, ir directamente a comprar lo que necesitamos, sin pasar por los pasillos de las chucherías, porque entonces seguro que algo compraremos.
Qué alimentos almacenar en casa: este es otro punto importante. Yo tengo una teoría: si no está en casa, no me acuerdo de comerlo. Si me pirran los refrescos azucarados y tengo litros y litros en casa, al final acabaré por bebérmelos. Puedo optar por no tenerlos en casa o comprarlos de forma resgtringida (un par de latas por semana). Si almacenamos alimentos muy calóricos en casa, al final nos rodeamos de la tentación para sobrecomer.
Las comidas fuera: comer fuera de casa no tiene por qué ser incompatible con una dieta equilibrada, pero por desgracia esta no es la realidad. Hay muchas opciones de que al comer fuera de casa lo hagamos por exceso y con poca calidad en los alimentos que elegimos. Como siempre, si comemos fuera una vez a la semana, no es problema, pero si es habitual que comamos fuera, lo ideal es buscar un sitio donde hay variedad en el menú y podamos optar a muchos tipos de alimentos, no solo comida rápida.
Los amigos, clave para comer mejor: si las personas que suelen comer con nosotros lo hacen de forma ordenada y saludable, hay más probabilidades de que nosotros también lo hagamos. Hacer una barbacoa de vez en cuando está bien, pero si lo tomamos por costumbre con amigos o familia, estamos cultivando ese ambiente obesogénico. Si sueles comer con gente a diario, intenta sentarte a la mesa con aquellos que notes que comen más saludable, porque probablemente tú también lo hagas.
Evita quedarte solo en casa sin hacer nada: es una situación propicia para sentarte en el sofá sin hacer y ponerte a comer. Huye de este tipo de situaciones y sal a la calle, aunque sea a dar una vuelta. Este punto tiene mucho que ver con el segundo sobre "qué tipo de alimentos almacenar en casa". Si estamos en casa solos, aburridos, sin nada que hacer, sentarnos a comer calorías vacías es una opción muy apetecible.
Queda con los amigos para hacer deporte: da igual el tipo de deporte que hagas, lo importante es establecer una rutina para movernos y asociarla a los amigos, a pasárnoslo bien. Si puede ser a diario, mejor que mejor. Tenemos que hacernos ver que el deporte frecuente es fundamental y no podemos saltárnoslo.
No es fácil librarnos de un ambiente obesogénico, sobre todo por lo que nos rodea cuando vamos a hacer la compra y el bombardeo de publicidad. Lo importante es ser conscientes de qué es y qué no es imprescindible para tener una vida saludable y aplicarlo en nuestro día a día.
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