El comer una ensalada o sopa de primer plato puede utilizarse como estrategia para ayudar a perder peso. El truco está en que estos platos son bajos en calorías pero llenan el estómago en cierto grado de manera que se reduce la sensación de hambre. Así, después de tomar la ensalada o sopa se tendrá menos apetito para el segundo plato y no se comerá tanto, realizando un aporte calórico menor que si el primer plato fuese otro.
Otra explicación complementaria a las dietas que utilizan esta estrategia es que la sensación de hambre desaparece casi totalmente a los 30 minutos de empezar a comer. Comer una ensalada puede llevarnos casi un cuarto de hora o más (según su contenido), ya que los vegetales requieren de un proceso prolongado de mastiación. De este modo al principio de la comida hemos consumido pocas calorías, muchos minerales y vitaminas, y se ha reducido la sensación de hambre.
Con dietas como esta, que utilizan estrategias de combinación de alimentos, se aportan los nutrientes adecuados y no se tiene la sensación de pasar hambre. Es otra visión, bastante acertada, de diseñar una dieta.
Vía | El Confidencial