La dieta Montignac ha desatado grandes polémicas cuando se originó debido a las cualidades de la alimentación que se proponía, que por supuesto, no tomaba en cuenta individualidades y suponía ciertas deficiencias nutricionales y desequilibrios dietarios.
Pese a ser una de las dietas más populares como tantas otras, esta dieta basaba su propuesta en una alimentación rica en proteínas y grasas pero mínima en hidratos de carbono.
Además, plantea resultados milagrosos que difícilmente ocurren en un organismo de forma normal, tal como bajar más de 2 kilos por semana.
Debido a la gran desinformación que existe al respecto, a las alarmantes cifras de obesidad infantil y a la necesidad de contar con una solución, la gente se encuentra vulnerable a todas estas "propuestas milagrosas" que no generan resultados eficientes, sin riesgos y muchos menos, durables en el tiempo.
La polémica se ha desatado nuevamente por que el autor de la dieta, Michel Montignac, ha presentado en España los que él denomina "Prevenir y combatir la obesidad en el niño", que no es más que una nueva versión de su misma dieta, pero esta vez, adaptada a los niños.
En esta ocasión la dieta Montignac para los más pequeños del hogar propone eliminar la leche de la dieta de los niños luego de la lactancia argumentando que es innecesaria.
Primer error si consideramos los requerimientos nutricionales de los menores de edad y pensamos en los grandes aportes que puede tener la leche, tales como calcio, proteínas, grasas, vitaminas A y D, potasio, entre otros nutrientes esenciales en una etapa de la vida en donde se debe propiciar el adecuado crecimiento y desarrollo.
Otra de las premisas de la nueva dieta Montignac para peques es reducir el consumo de productos industriales, que si bien puede ser analizado, no me parece del todo correcto debido a que la mayoría de lo que se ingiere en la actualidad pasa por una proceso de manufactura.
De hecho, el arroz integral, los cereales para desayuno, las pastas, los yogures, los quesos, son todos productos elaborados que dependiendo cual, pueden o no ser adecuados para la dieta infantil.
Por otra parte, la dieta Montignac supone que la obesidad infantil es producto de la gran ingesta de alimentos de alto IG (índice glucémico) y no del sedentarismo o del exceso de comida.
Así, Montignac estimula a abandonar por completo alimentos como la pasta y el arroz y conformar su dieta por un 30% de proteínas, un 30% de grasas y sólo un 40% de carbohidratos.
Esta propuesta puede acarrear un exceso de proteínas y severos problemas renales en los pequeños, además, puede proporcionarles en escasa proporción glucosa, el alimento principal del cerebro. Y también, el hecho de consumir gran cantidad de carnes y productos grasos, elevaría el colesterol y los depósitos de grasa en pos de masa muscular si no se realiza actividad física.
Es decir, podría producirse un descenso de peso que representaría la pérdida de masa magra, si no se practican ejercicios físicos, y el mantenimiento de grasa corporal o su incremento que en realidad, es la causa de la obesidad y todas las enfermedades asociadas a esta patología.
En los niños lo adecuado es promover buenos hábitos alimentarios que fomenten una alimentación normal, con cantidades equilibradas de todos los alimentos y por supuesto, es fundamental animar a la práctica de actividad física, pues de esta forma, la ecuación que relaciona ingesta con gasto calórico se encuentra en balance y se acompaña el crecimiento en altura del niño con el mantenimiento de su peso corporal que finalmente termina siendo saludable.
Vía | Nutrición.pro En Vitónica | Más dietas polémicas: Dieta Montignac