Admítelo, cuando haces dieta lo primero que haces cada mañana nada más levantarte es subirte a la báscula. El número que salga en pantalla te dirá la respuesta que buscas, ¿lo estoy haciendo bien? Si el número baja, creerás que los estás haciendo bien. Si se mantiene o sube, algo malo esta ocurriendo, pero en realidad ese número no importa nada y hoy veremos el porqué.
Tu peso puede cambiar de un día para otro varios kilos sin significar nada
El simple hecho de comenzar una dieta y pasar de una alimentación con exceso de calorías a una con un déficit hará que tu cuerpo comience a gastar el glucógeno que almacena en el hígado y en los músculos. Este glucógeno puede pesar hasta 300 gramos, pero hay más.
Cada gramo de glucógeno que pierdas se llevará consigo unos 3 gramos de agua. Por tanto, en un día y sin perder ni un solo gramo de grasa podrías estar perdiendo 1,2 kilogramos de peso (300 de glucógeno y 900 de agua) sin mejorar ni tu aspecto físico ni tu salud.
Además de esto hay que sumar el porcentaje de variación normal que tiene un báscula por el hecho de que no siempre nos pesamos en el mismo estado. ¿Has cenado fuerte? ¿has ido al baño antes de pesarte? Todos estos factores suman y pueden hacer que la diferencia sea aún mayor.
Hay opciones mejores para medir tu progreso
Aunque normalmente tomamos la báscula como referencia principal hay otras formas de medirnos más efectivas, con menos porcentaje de error y que tendríamos que tener más en cuenta.
- La cinta métrica: algo tan sencillo como tomar medidas de algunos contornos de tu cuerpo te puede ayudar a tener una referencia real del cambio que está sufriendo tu cuerpo a medida que avanza la dieta. Con tomar la circunferencia de la cadera, cintura, brazos y piernas tenemos cuatro medidas muy buenas de referencia.
- Lipocalibre o plicómetro: Es muy sencillo de usar, barato y si tomamos bien las medidas nos dará una estimación real sobre cuanta grasa estamos perdiendo. En este caso no tiene mucha importancia la hora del día a la que tomes la medición, ni si has comido mucho o poco el día anterior, en este caso estamos midiendo directamente los pliegues de grasa. Si perdemos grasa lo notaremos en las mediciones sin importar como haya variado nuestro peso esos días.
- Fotografías y vídeos: al final, cuando hacemos dieta, la mayoría de las veces el objetivo es vernos mejor pues por que no simplemente tomarnos fotografías y ver como vamos evolucionando día a día. Da igual lo que diga la báscula si al comparar una foto de hoy con una de hace una semana luces mejor. Eso sí, no te engañes a ti mismo y toma las fotos siempre con la misma iluminación.
Idealmente puedes combinar los tres métodos. El lipocalibre lo considero fundamental para ver como varía la grasa en tu cuerpo, pero gracias a la cinta métrica podremos controlar otros contornos y ver por ejemplo si estamos o no estamos ganando músculo. Por ejemplo, si el contorno del brazo aumenta, pero la medición con el lipocalibre se mantiene es probable que se deba a que hemos ganado masa muscular en la zona.
Imágenes | Imagen 1, Imagen 2 y Imagen 3
En Vitónica | Así es como se mide la grasa corporal con un plicómetro o lipocalibre
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