Es sumamente habitual que cuando una persona desea perder peso o grasa, enfoque la práctica de ejercicio físico como un medio para aumentar el gasto calórico y perder más peso y no como un fin en si mismo que sería la mejora a todos los niveles de nuestra salud.
La práctica de deporte debe verse como parte de nuestro día a día y como una de las esferas indispensables asociadas a nuestra salud como seres humanos. Utilizar el deporte para "quemar calorías" suele ser un error de base y podría decir casi sin mirar que un enfoque así suele fracasar a largo plazo. Debemos encontrar nuestro disfrute personal en el mantenimiento de hábitos saludables como entrenar la fuerza, mantener un estatus cardiovascular óptimo y alimentarnos de manera saludable.
En este artículo te explicamos por qué tratar de compensar los excesos de comida con deporte no suele ser una buena manera de afrontar una fase de pérdida de peso.
Déficit calórico: ¿a través de la dieta o a través del ejercicio?
A la hora de establecer un déficit calórico para perder peso y grasa tenemos dos opciones: recortar la ingesta de calorías o aumentar el gasto energético. Lo recomendable es combinar ambas, pero es importante matizar un aspecto clave: siempre que puedas perder peso sin recortar la ingesta de calorías, mejor.
Con esto queremos decir que es preferible mantenernos lo más activos posible para no tener que recurrir a recortes drásticos en la ingesta de calorías. Para esto no solo te centres en entrenar con pesas en el gimnasio o en hacer sesiones de cardio, sino en mantenerte activo o activa con actividades completamente ajenas al ámbito deportivo como usar escaleras en lugar de ascensor, ir andando o en bici a los sitios o no coger el coche para ir a hacer la compra.
Por qué hacer compensaciones en tu dieta no te va a funcionar
Como veremos a continuación, la primera razón es que psicológicamente no es conveniente. No obstante, si nos basamos únicamente en qué sucede a nivel fisiológico, tratar de compensar con ejercicio físico un posible atracón o salto de dieta puede provocar un alto riesgo de lesión si de forma repentina realizamos una gran cantidad de ejercicio. Las agujetas están aseguradas, sin duda, lo que seguramente te haga perder el interés en entrenar los próximos días, lo que a su vez puede provocar que no te sientas bien contigo mismo y que en definitiva vuelvas a iniciar el ciclo de saltarte la dieta y querer compensar.
Está claro que este es posiblemente el peor de los escenarios pero aunque no lleguemos aquí es importante recordar que para mejorar en el deporte que practiquemos (porque todo el mundo debería desear mejorar) es importante ser constantes y tener un mínimo de estrategia a medio y largo plazo.
Tratar de compensar lo que has comido anteriormente con un atracón de deporte seguramente tire por la borda el seguimiento del plan de entrenamiento, por no mencionar el potencial riesgo de pérdida de masa muscular si nos dedicamos a encadenar periodos de restricción calórica severa con periodos de práctica desmesurada de ejercicio.
Como consejo final, elige un plan de entrenamiento y dieta al que puedas adherirte, es decir, que te guste y que no te cueste seguirlo a largo plazo. La mejor dieta es la que se sigue.
Aleja la palabra "compensar" de tu vocabulario
Cuando oigo palabras como "prohibido" o "compensar" dentro del ámbito deportivo y nutricional saltan mis alarmas y es que cualquier persona que desea comer bien y practicar ejercicio físico debería hacerse al empezar una pregunta: "¿como para entrenar o entreno para comer?".
Es importante dar respuesta a esta pregunta y modificar nuestros esquemas mentales si hemos contestado lo segundo. La alimentación debe ser vista como nuestro combustible indispensable no solo para rendir física y psicológicamente en nuestro día a día sino también en nuestros entrenamientos.
Apuntarse a clases dirigidas en función de las calorías que se queman o salir a correr el domingo para compensar las copas y la cena del sábado es un despropósito de la vida saludable. Si te metes dentro de ese círculo vicioso no solo no conseguirás el objetivo de perder peso sino que puedes estar sembrando la semilla de un trastorno de la conducta alimentaria.
Dicho todo lo anterior, es importante entender que un estilo de vida saludable implica un mantenimiento de hábitos durante toda la vida. Hacer las cosas bien un tiempo porque deseas cumplir un objetivo estético no vale. También es importante señalar que nuestro autoestima y el cómo enfoquemos las cosas también forma parte de lo que entendemos como ser saludable, de esta manera, querer darse atracones de deporte después de atracones de comida o bebida son conductas que bien podrían necesitar de ayuda profesional.
Disfruta del proceso, piensa en todo lo bueno y bonito que estás haciendo por tu cuerpo y simplemente los resultados marcados llegarán, antes o después.
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