Los hábitos tienen gran influencia sobre las posibilidades de tener demencia, pudiendo prevenir su desarrollo pese a la predisposición genética. Según un reciente estudio, el descanso resulta de gran importancia, pues el insomnio podría incrementar el riesgo de sufrir enfermedad de Alzheimer.
Genes y mal descanso: mayor riesgo de demencia
Dormir mal puede impactar negativamente en muchos aspectos de nuestra vida, y una investigación recientemente publicada en Alzheimer's Research & Therapy señala que también podría incrementar el las probabilidades de desarrollar enfermedad de Alzheimer, en personas predispuestas genéticamente.
El estudio evaluó la estructura cerebral, el rendimiento cognitivo y la calidad del sueño en más de 1600 adultos sanos a nivel cerebral participantes del estudio ALFA (Alzheimer y familiares). Mediante encuesta sobre salud mental de la OMS se detecto la ausencia o presencia de insomnio.
El 36,5% de los encuestados reportaron insomnio y quienes padecían esta condición que afecta el descanso nocturno tenían peor rendimiento cognitivo así como las imágenes cerebrales mostraron reducción de materia gris en zonas frecuentemente afectadas por la demencia o enfermedad de Alzheimer.
Asimismo, quienes eran insomnes tenían una disminución en la difusividad de la materia blanca, lo que se traduce en que quienes tienen insomnio con predisposición para sufrir enfermedad de Alzheimer tiene peor rendimiento cognitivo y ello podría traducirse en un riesgo superior de padecer la enfermedad.
Por esta razón y muchas más, lo recomendable es cuidar el descanso nocturno y solucionar el insomnio si creemos padecerlo.
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