La llegada del buen tiempo es muchas veces sinónimo de pereza por ir a entrenar. Lo cierto es que en muchas ocasiones cambiaríamos el entrenamiento en el gimnasio por irnos de terraceo con nuestros amigos, y a veces la fuerza de voluntad no es suficiente. Por eso hoy os traemos unos cuantos trucos que pueden ayudaros a la hora de hacer acopio de fuerzas para ir a entrenar, incluso en esos días en los que no nos apetece tanto.
Planifica, planifica y planifica: esto, sin duda, es lo más importante y lo que más te va a ayudar a la hora de no saltarte días de entrenamiento. Si sabes exactamente qué es lo que vas a hacer cuando llegues al gimnasio (qué ejercicios, cuántas series, cuántas repeticiones, cuánto descanso) es mucho más probable que te animes a ir. Si vas "al tun tún", sin saber si vas a hacer fuerza, cardio o qué tipo de entrenamiento harás, seguramente hagas pereza antes siquiera de atarte las deportivas para salir de casa.
Deja todo preparado el día anterior: muy importante especialmente si entrenas a primera hora de la mañana. Dejar las cosas preparadas el día anterior ya es una declaración de intenciones de que mañana piensas cumplir con tu entrenamiento. Si antes de ir al gimnasio tienes que pasar 15 minutos decidiendo qué ropa te llevas, buscando las zapatillas, la toalla y demás es probable que te dé tiempo a pensártelo dos veces y terminar tirado en el sofá.
Intenta crear una rutina que encaje en tu día a día: entrenar todos los días a la misma hora te hará crear una rutina que te hará más fácil acudir al gimnasio. Si cada día vas a una hora distinta es muy fácil caer en el "bueno, ya iré luego" y que termines por no ir a entrenar en absoluto.
Busca un compañero de entrenamiento: entrenar acompañado puede ser una idea genial para "obligarte" a no saltarte el entrenamiento. Si quedas con una persona y tienes un compromiso con ella para ir a entrenar es probable que, aunque sea por el hecho de no dejarle "colgado", vayas a entrenar. Entre los dos podéis tirar el uno del otro los días en los que a uno de vosotros os apetezca menos ir al gimnasio.
Encuentra un deporte que te guste: si no haces un deporte que te guste, ten por seguro que ir a entrenar va a ser una tortura y que lo dejarás en cuanto puedas. En ocasiones nos empeñamos en practicar un deporte determinado porque está de moda, porque tus amigos lo hacen o porque hemos escuchado que tiene un montón de beneficios. Si no te gusta te va a costar horrores ir a entrenar y terminarás por no ir. Practicar un deporte debería ser un placer para nosotros, no una obligación que "tenemos que cumplir": prueba distintas cosas y, aunque tardes en encontrar la que más te gusta y se adapta a tus necesidades, verás como cuando lo hayas hecho no piensas en saltarte el entrenamiento ni un solo día.
¿Cuáles son tus trucos para levantarte del sofá e ir a entrenar cada día?
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