El uso habitual del gimnasio es el de hacer deporte y entrenar nuestro cuerpo, pero muchas veces se utiliza como un lugar de recreo. En la mayoría de casos este significado lúdico de asistir al gimnasio hace que no nos tomemos demasiado en serio las rutinas y nos rodeemos de entretenimientos que nos hacen perder tiempo y no concentrarnos en la rutina que estamos llevando a cabo. Por ello vamos a hacer un repaso por las distracciones que nos encontramos en el gimnasio.
Es importante que cuando comenzamos una rutina de entrenamiento la llevemos a cabo respetando los descansos oportunos entre cada serie y entre cada ejercicio, pero no es nada recomendable que nos entretengamos demasiado a la hora de descansar, ya que perdemos el hilo de la actividad y el ritmo cardiaco disminuye de tal manera entre los ejercicios que apenas sacaremos el rendimiento deseado a las rutinas.
La máxima de todos los que acudimos al gimnasio a entrenar es trabajar el músculo al máximo de modo que le llevemos al extremo, y para ello los periodos de descanso entre series deben ser los justos. Es importante que no nos distraigamos en exceso a la hora de entrenar, ya que la mayoría de estos intervalos son demasiado largos y nos llevan a perder el ritmo de los entrenamientos con lo que esto conlleva a nivel de resultados.
Ente los principales entretenimientos están las distracciones que llevamos a cabo con los compañeros de gimnasio. Normalmente se nos va el tiempo en charlas que no nos llevan a ninguna parte. Es preferible quedar después de entrenar y llevar a cabo una charla dilatada que no nos quite de la rutina que estamos llevando a cabo. Para evitar estos momentos de charla es aconsejable utilizar un aparato reproductor de música que nos aísle del entono u nos permita concentrarnos en la actividad que estamos llevando a cabo.
Las esperas a la hora de cambiar de aparato para realizar la rutina suele ser una parte importante de distracción, ya que mientras esperamos perdemos el hilo de la rutina que nos obliga a pensar en lo que estábamos haciendo. Es importante que cuando entrenemos simplemente nos concentremos en lo que hacemos, y para ello no debemos pensar en otra cosa mientras nos dura el entrenamiento. Si tardamos demasiado en comenzar el siguiente ejercicio perderemos el hilo del entrenamiento y dejaremos volar la mente sin darnos cuenta. Por eso siempre debemos tener un ejercicio alternativo por si nos va a tocar esperar demasiado a la hora de ejecutarlo.
Las televisiones y clases colectivas que hay en salas contiguas pueden ser una forma de distracción que debemos evitar. No estamos en el gimnasio para pasar el rato, para eso nos quedamos en el sofá de casa y ya está. La tele simplemente debe ser una forma de decoración o de entretenimiento si estamos en un aparato aeróbico. Lo mismo sucede con las clases colectivas en las que muchas veces fijamos nuestra atención pasando largos minutos contemplando, es mejor evitar la tentación y concentrarnos al máximo en lo que estamos haciendo.
Para muchas personas leer en el gimnasio mientras se espera es habitual. Casi siempre suele haber prensa en las recepciones que muchas personas utilizan para hacer el ejercicio aeróbico y ojearlas mientras dura la actividad, pero otras las utilizan como acompañamiento y distracción mientras se descansa entre series. Este sencillo gesto puede desviar nuestra atención hacia lo que leemos y hacer que perdamos el hilo de los entrenamientos por unos minutos sin darnos cuenta. En el caso del entrenamiento aeróbico lo que hace es evitar que nos concentremos al máximo en la actividad y demos todo lo que somos capaces.
Imagen | ilco
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