Siempre se dice eso de que las mujeres no tienen tanta testosterona como los hombres, y que por eso no pueden ganar tanta masa muscular ni tanta fuerza. ¿Y si hablamos de las ventajas que ellas tienen y los hombres no? Esto es lo que vamos a tratar en este artículo.
Así te afectan las hormonas femeninas a la hora de entrenar
Las mujeres tienen más estrógenos que los hombres y menos testosterona. La testosterona confiere a los hombres una serie de características, pero los estrógenos a las mujeres otras. Algunas de estas características incluyen efectos anticatabólicos en el músculo por parte del estrógeno, debido a la reducción del intercambio de proteínas musculares, lo que se traduce en mayor retención de masa muscular. La presencia de estrógenos también mejora la sensibilidad al entrenamiento de fuerza.
Así afectan las hormonas a tus ligamentos y tendones
Los ligamentos y tendones se encargan de transmitir las fuerzas que los músculos ejercen sobre las articulaciones. En las mujeres se ha observado un menor daño muscular respecto a los hombres debido a una disminución de la rigidez del tendón, que reduce la carga de tracción sobre los miofilamentos del músculo. Esto quiere decir que las mujeres provocan menor daño muscular a la hora de entrenar, lo que podría traducirse en mejoras sobre la recuperación y tolerancia al volumen de trabajo.
Sobre la incidencia de lesiones derivada de estos hechos, todavía no está clara la diferencia entre sexos aunque se cree que los estrógenos pueden ejercer un papel protector en ligamentos y tendones, salvo en el ligamento cruzado anterior de la rodilla, circunstancia que puede estar influenciada por diferencias anatómicas.
Así afectan las hormonas a tu metabolismo
Durante mucho tiempo, en la literatura científica no se consideraron las posibles diferencias existentes en el metabolismo entre sexos, por lo que las recomendaciones nutricionales oficiales no han diferenciado el potencial de la diferenciación entre géneros.
Aunque todavía existe una importante laguna en lo que a investigación sobre mujeres se refiere, al menos a nivel de fitness, hoy en día se sabe que por ejemplo las mujeres oxidan más grasas y menos carbohidratos durante el entrenamiento. Esto se traduce en una mejor capacidad de las mujeres para tolerar grandes volúmenes de trabajo, debido al ahorro de glucógeno durante el entrenamiento.
Además, relacionado con lo que comentábamos antes sobre los poderes anticatabólicos de los estrógenos, también oxidan menos aminoácidos durante el entrenamiento, lo que les permite soportar mejor el estrés metabólico, es decir, se pueden beneficiar de series más largas de repeticiones que los hombres.
Cómo aplicar todo esto al entrenamiento de mujeres
Recapitulando, hemos dicho que:
- Las mujeres oxidan menos aminoácidos durante el entrenamiento
- Las mujeres oxidan más grasas y menos glucógeno durante el entrenamiento
- Las mujeres provocan menor daño muscular
- Las mujeres tienen más protección sobre ligamentos y tendones
- Las mujeres soportan mejor el estrés metabólico
Todos estos factores hay que tenerlos en cuenta, ya que podremos diseñar un buen entrenamiento que los explote.
Juntando todo esto, las mujeres mejoran a corto plazo más que los hombres. Tienen mayor MRV (Máximo Volumen Recuperable), lo que significa que pueden hacer más repeticiones a igualdad de % del RM (Repetición Máxima). Si alguien practica Crossfit y ha visto a una mujer realizar AMRAPs, sabrá que tienen más rendimiento que los hombres en este tipo de pruebas. También recuperan antes entre sesiones por lo que pueden entrenar un músculo con más frecuencia. Pueden entrenar con más éxito al fallo al tener menor masa muscular, la cual ocluye los vasos sanguíneos de forma más acentuada en hombres.
¿Sabías todo esto? Si no es así, ya sabes que contestar cuando te digan que las mujeres tenéis menos testosterona.
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