Como entrenador online y propietario de un gimnasio, existen tres errores constantes y frecuentes que me encuentro siempre en mi día a día a la hora de asesorar a la gente con la que trabajo.
Muchos errores no son "errores de novato", de hecho son errores que se cometen por igual por gente principiante y gente experimentada que lleva años entrenando.
En este artículo te explico cuáles son los tres errores que más frecuentemente me encuentro en los gimnasios y que se cometen por cientos y miles de personas.
No tener ni objetivos ni control de lo que hacemos para conseguirlos
Como siempre digo "lo que no se mide no se puede mejorar" y es que si en primer lugar no tenemos objetivos fijados y en segundo ni siquiera controlamos las variables que nos podrían ayudar a conseguirlos, ¿qué podemos esperar del trabajo que realizamos entrenando en el gimnasio?
Fíjate objetivos a corto, medio y largo plazo y después entiende que entrenar en el gimnasio no consiste en ir saltando de una rutina a la siguiente. Como le digo a mis clientes, "ni yo soy un dispensador de rutinas ni tu eres una máquina que las ejecuta".
Hazte con un diario de entrenamiento y apunta el entrenamiento actual que sigues, las sensaciones y mejoras que te provoca y los próximos pasos que puedes dar para diseñar el siguiente entrenamiento.
No respetar un descanso mínimo entre series
Esta es probablemente la más habitual. Descansar poco, valga la redundancia, cansa y aumenta la sensación de fatiga. Muchas personas van al gimnasio a cansarse y no a buscar rendimiento. Ya lo decía el entrenador Christian Thibaudeau: "don't chase fatigue, chase performance". No busques fatiga, busca rendimiento.
Cansarse es fácil, eso cualquiera puede hacerlo, pero rendir y progresar no.
Para poder rendir con garantías entre una serie de entrenamiento y otra necesitamos descansos de al menos dos minutos, pudiendo incluso ser necesario descansos de tres, cuatro o incluso cinco minutos en series muy pesadas y de bajas repeticiones.
Si no te sirve esto, debes saber también que descansos cortos se relacionan con menores ganancias de fuerza e hipertrofia.
No tener un programa de entrenamiento que seguir
Esto va muy en línea con lo de no marcarse objetivos ni gestionar lo que hacemos mientras entrenamos.
Como decíamos al principio, muchas personas, independientemente de si son principiantes o no, van al gimnasio con una vaga idea de lo que tienen que hacer. Como mucho saben qué grupo muscular quieren entrenar cada día pero una vez en el gimnasio improvisan a la hora de elegir unos ejercicios u otros. Hay días que hacen más series, hay días que menos, hay días que van al fallo, días que no...
Esta dinámica a corto plazo puede servirte, pero si tienes objetivos de mejora a medio y largo plazo necesitas un control de lo que haces y referencias sobre las que trabajar. Si cada día haces una cosa diferente no tienes forma de comparar los diferentes puntos de partida de los que debes partir para mejorar.
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