Nutrición o ejercicio. En la actualidad aún queremos hacernos ver a nosotros mismos y hacer ver a otros que uno es más importante que otro. Esto simplemente no tiene sentido y es un error, y te voy a explicar por qué.
Ambas son importantes. La nutrición es fundamental, y el ejercicio simplemente es imprescindible.
Preguntas absurdas y respuestas aún peores
"El 70% es la nutrición y el 30% el ejercicio" (u otros porcentajes) o "sin la nutrición, todo el entrenamiento no tiene sentido". Este tipo de frases son muy comunes y es muy triste porque son totalmente mentira, y encima muchas veces son dichas por "profesionales".
70% nutrición. Pero vamos a ver, ¿y usted qué sabe? Estamos transmitiendo un mensaje a la población peligroso, contradictorio y absurdo, y mucho peor por ésto, porque somos profesionales.
Los profesionales, ya sean del ejercicio o de la nutrición, nunca deben caer en el error de intentar cuantificar la importancia de una acción u otra. Ambas son importantes, seamos un poco objetivos y neutrales, porque al final parece que estamos vendiendo un producto para que nos lo consuman a cualquier precio, y es realmente preocupante.
A la hora de mejorar tu condición física y "ponerte en forma", sin duda el ejercicio es prioritario
Es lógico, para mejorar tu condición física el ejercicio será el aliado principal. Si quieres mejorar tu fuerza y tu capacidad cardiorrespiratoria no lo vas a conseguir con la nutrición o con una "dieta milagrosa" (no existen). La única opción será empezar a realizar ejercicios de fuerza y de resistencia.
Aquí te dejo algunas opciones de entrenamiento si eres novato en el gimnasio, aunque lo ideal es que un entrenador cualificado te supervisé y te guié en función de tus características y tu objetivo:
- Comienza a entrenar en el gimnasio: una rutina en circuito para los novatos del gym
- Novato total: la rutina que debes seguir en el gimnasio para comenzar a ponerte en forma
Esto no quiere decir que la nutrición no sea importante o que no tenga que hacerle ni caso. Por supuesto que sí, pero que comiences a entrenar en el gimnasio o que empieces a salir a correr o ir en bicicleta no implica que mis hábitos de alimentación (si son adecuados) tengan que cambiar en exceso. Simplemente necesitaré un aporte de energía diferente, pero es difícil decir cosas generales en este punto.
Una persona quizás esté comiendo en exceso y mal y deberá tanto ponerse a realizar ejercicio como alimentarse mejor y seguramente tenga que reducir su ingesta calórica, mientras que otra persona quizás necesita aumentar su fuerza y su masa muscular y tanto su entrenamiento como su alimentación serán diferentes, teniendo en este caso que aumentar su ingesta calórica y muy probablemente su ingesta de proteínas (seguramente tendrá que aumentarla). Acudir a un nutricionista cualificado sin duda es la mejor opción.
Pero, lógicamente, si quiero mejorar mi condición física y "ponerme en forma", no hay más: ejercicio físico sí o sí.
La nutrición es fundamental, pero es que el ejercicio es imprescindible
Quédate con esta frase, y te voy a explicar el por qué de ella.
Exercise as medicine – evidence for prescribing exercise as therapy in 26 different chronic diseases. Este es el artículo que en 2015 fue publicado en la revista Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, y sobre el que ya informó mi compañera Gabriela Gottau en un artículo aquí.
Las 26 enfermedades analizadas fueron:
- Enfermedades psiquiátricas: depresión, ansiedad, estrés y esquizofrenia.
- Enfermedades neurológicas: demencia, enfermedad de Parkinson y esclerosis múltiple.
- Enfermedades metabólicas: obesidad, hiperlipidemia, síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquístico, diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardiovasculares: hipertensión, enfermedad coronaria, apoplejía cerebral, insuficiencia cardíaca y claudicación intermitente.
- Enfermedades pulmonares: EPOC, asma y fibrosis quística.
- Enfermedades músculo-esqueléticas: osteoporosis, artrosis, dolor de espalda y artritis reumatoide.
- Cáncer.
Pues bien, este artículo informa de que, con un nivel de evidencia alto, muy alto, que da lugar a una recomendación tipo A (se sustenta y se desarrolla con el nivel de evidencia científico más alto posible), el ejercicio físico es, desde el punto de vista de su valor potencial preventivo en la patogénesis (origen y evolución de una enfermedad con todos los factores que están involucrados en ella) de una patología, el medicamento más eficaz para prevenir y evitar muchas de las patologías.
Aún así, una vez la patología se ha instaurado, para evitar la sintomatología específica asociada a esa patología, es decir, con el valor potencial efectivo de disminución de los síntomas y la cronificación de la patología, hay todavía mayor evidencia de que el medicamento más eficaz es el ejercicio físico, y ya no hablamos de mejorar la aptitud física y la calidad de vida. Por eso el ejercicio físico es simplemente imprescindible.
Cuando uno habla de hacer una dieta para modificar la composición corporal de un sujeto, por ejemplo para adelgazar, evidentemente la nutrición es un pilar fundamental, y lo va a lograr solo con nutrición, pero no va a solucionar el problema y ese problema se va a volver a repetir, eso sin lugar a dudas, y toda la investigación científica que hay en el ámbito lo sustenta.
¿Por qué? Porque hay problemas que subyacen debajo de una obesidad, por ejemplo, donde ningún medicamento y ningún alimento son capaces de llegar. Hay ciertas alteraciones a las que no hay medicamento ni alimento hoy día que permita arreglar, reparar, mejorar ese problema que existe debajo de esas patologías de la obesidad.
Sin embargo, el adecuado ejercicio sí (y remarco, adecuado), es lo único que ha demostrado llegar ahí y solucionarlo. Por eso, el ejercicio está en todas las pautas de tratamiento de casi todas las patologías como primer tratamiento o intervención terapéutica.
No movernos nos mata, por más que nos alimentemos bien
Podemos afirmarlo así de rotundo y la ciencia es clara al respecto. No movernos nos mata, por más que nos alimentemos bien. Evidentemente, alimentarnos mal también, pero afirmar esto es una realidad fisiológica.
Como ya informé en un artículo aquí, está más que demostrado que un sujeto con baja condición física tiene dos veces más riesgo de morirse, a pesar de que tenga cierto grado de obesidad o sobrepeso. Aquellas personas que tienen mejor condición física tienen dos veces menos riesgo de muerte por cualquier causa, y esto es clave.
Si tuviéramos que elegir, no hay dudas, ya lo comenté en otro artículo aquí, es preferible tener sobrepeso y ser activo, que estar delgado y ser sedentario, y esto está más que fundamentado desde el punto de vista científico y no hay discusión.
Por ejemplo, la combinación de baja capacidad aeróbica y baja fuerza muscular está asociada con el doble de riesgo de insuficiencia cardíaca, incluso en personas con un índice de masa corporal normal.
Esta cuestión de por qué el ejercicio es tan fundamental y está en la base de todo esto no es el argumento de más peso con el hecho de que uno por el proceso de envejecimiento y el paso de los años tenga asociados una serie de procesos y acontecimientos neurofisiológicos que hagan que el sujeto pierda masa muscular y fuerza, especialmente fuerza. Procesos como:
- Denervación y atrofia de las fibras musculares (tipo II).
- Pérdida neuronal.
- Disminución de las motoneuronas del cordón espinal y el asta ventral de la médula.
- Disminución de unidades motrices.
Es decir, debemos considerar ante la dinapenia (pérdida de fuerza y rendimiento físico asociada con la edad) y la sarcopenia (pérdida gradual de masa muscular) que si tuviéramos que devolver algo serían los niveles de fuerza al sujeto.
Esto se produce con el paso de los años sí o sí, y lo único que puede revertir este proceso es el ejercicio físico. No se va a revertir una dinapenia con una estrategia nutricional. Es obvio que una inadecuada nutrición puede sumar a este proceso de deterioro neurofisiológico, pero un sujeto que se nutra de forma adecuada no va a frenar el proceso dinapénico con nada que no sea ejercicio físico.
Entrando más en detalle, el entrenamiento de fuerza es el más indicado para mantener la salud y prevenir enfermedades. De hecho, y como un ejemplo más, un estudio reciente ha vuelto a demostrar que, en personas de edad avanzada o personas obesas, el entrenamiento de fuerza ya no es una opción, es una necesidad (entrenamiento de fuerza adecuado, añado). Y así hay muchos más ejemplos.
Es obvio, la suma de ejercicio físico y alimentación adecuados es la mejor opción
Lo que ya sabemos pero no hacemos. Ejercicio y alimentación adecuados y de forma regular. Aunque me haya centrado más en el ejercicio físico en el punto anterior, la nutrición es también de suma importancia.
Incluir frutas, verduras, pescados,...., de forma regular y evitar azúcares, alcohol,....si es que ya lo sabemos de sobra no hace falta que me extienda en este artículo. Las dos son vitales, ya lo dije anteriormente, la nutrición es fundamental, pero es que el ejercicio es imprescindible. Deja de dar porcentajes o hacer afirmaciones absurdas sin conocimiento.
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