Los balones medicinales son un accesorio muy interesante para entrenar en el gimnasio. Se trata de balones lastrados con peso (con diferentes pesos, para que podamos adecuarlos al tipo de ejercicio que hagamos y a nuestro estado físico) y que pueden ser o bien rígidos o bien recubiertos de un material más blando como piel o materiales sintéticos.
Estos balones nos permiten trabajar con movimientos balísticos y con un tipo de agarre que no es el habitual cuando trabajamos con mancuernas, barras o poleas. Son una excelente manera de variar nuestro entrenamiento añadiendo ejercicios multiarticulares que nos permitan trabajar grandes grupos musculares en poco tiempo. Esta es nuestra selección de ejercicios favoritos con balón medicinal.
Slam ball o lanzamiento del balón medicinal al suelo
Un ejercicio que, además de ayudarnos a trabajar todo nuestro cuerpo, también puede ser una buena ayuda a la hora de manejar el estrés. Es importante que a la hora de realizar este ejercicio contemos con un balón medicinal blandito y con una superficie adecuada porque daremos golpes fuertes sobre ella.
Nos colocamos de pie con las piernas separadas a la anchura de la cadera, con los pies bien plantados en el suelo y el balón medicinal en nuestras manos (agárralo por los lados con las manos bien abiertas). Eleva el balón por encima de la cabeza con los brazos estirados y lánzalo lo más fuerte que puedas al suelo, justo delante de ti.
El movimiento a la hora de lanzar el balón contra el suelo debe de estar coordinado con una flexión de las rodillas y de la cadera para llegar hasta la posición de sentadilla profunda, algo que nos permitirá imprimir más fuerza al lanzamiento del balón y recogerlo en el rebote.
Wall ball shot o lanzamiento del balón medicinal a la pared
Para este movimiento también es interesante optar por un balón medicinal blandito, para evitar dañar la pared. Nos colocaremos delante de la pared, a un par de pasos de distancia, y agarraremos el balón medicinal por su parte de abajo, con los dedos bien abiertos.
Partimos de posición de pie, con las piernas abiertas a la anchura de la cadera: podemos colocar los pies ligeramente abiertos hacia fuera para facilitar la bajada hacia la sentadilla profunda, buscando una posición en la que nos encontremos cómodos.
Realizamos una sentadilla profunda y, al levantarnos, utilizamos la inercia de nuestro cuerpo para lanzar el balón hacia arriba y hacia la pared, estirándonos totalmente. Recepcionaremos el balón cuando nos encontremos de pie.
Lanzamientos laterales del balón medicinal a la pared
Similar a los anteriores movimientos, solo que en este caso lanzaremos el balón contra la pared (que, de nuevo, mejor si está recubierto de un material blando) girándonos desde el lado. Este movimiento requiere algo más de coordinación que los anteriores.
Nos colocaremos de pie, con las piernas abiertas a una anchura un poco mayor que el ancho de nuestra cadera y las rodillas ligeramente flexionadas, y colocados de forma perpendicular a la pared. Agarramos el balón medicinal por los lados, con nuestras manos bien abiertas, colocándolo delante de nuestro cuerpo, con los codos flexionados.
Lo más importante en este movimiento es que al lanzar el balón contra la pared tenemos que girar nuestra cadera pivotando sobre la punta del pie que queda más alejado de la pared. Nuestro torso tiene que girar hasta mirar de frente a la pared para evitar hacernos daño en la rodilla y para dar más fuerza a nuestro lanzamiento. Recepcionamos el balón al rebote, cuando aun estemos de frente a la pared.
Este es un movimiento unilateral, por lo que tendremos que repetirlo con ambos lados del cuerpo.
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