Tanto el Yoga como el Pilates son dos disciplinas que están ganando mucha aceptación por parte de las personas interesadas en mejorar no solamente su físico y su salud, sino también otras aptitudes relevantes para su calidad de vida como por ejemplo la fuerza y la flexibilidad.
La flexibilidad es la capacidad de una articulación para moverse a través de un rango de movimiento muy amplio sin restricciones y sin sufrir dolor. Esta capacidad no es fija, sino que por el contrario se puede entrenar, pero, para ello, ¿es más interesante recurrir al Yoga o al Pilates?
Para ganar flexibilidad, ¿Yoga o Pilates?
Probablemente el Pilates sea una opción mucho mejor que el Yoga cuando hablamos de ganar fuerza en todos los músculos que conforman el core, y desde luego también es una opción muy eficaz para la mejora de la postura, pero no es la mejor opción cuando el objetivo es mejorar la flexibilidad.
Durante el Pilates los músculos se enfrentan a fuerzas opuestas (siendo la gravedad la fuerza principal), y por ello la masa muscular de glúteos, brazos y piernas se puede fortalecer al ejercitarlos en las clases.
De hecho, en las clases de Pilates se trabajan ejercicios y posturas que incluso pueden aumentar la rigidez de algunos músculos, como por ejemplo los flexores de cadera.
Aunque esto es una consecuencia de trabajarlos con el objetivo de mejorar la fuerza, a partir de cierto punto incluso es posible que cause dolor en la zona baja de la espalda, y por ello también es conveniente que si somos asiduos al Pilates le demos algo de prioridad a los estiramientos.
En el Yoga también se trabaja la musculatura del core y la postura, pero lo cierto es que se enfatiza mucho más el trabajo de la flexibilidad, llegando a dedicar una gran parte de la clase a la mejora de esta cualidad.
En cualquier caso, si te interesan este tipo de clases y puedes practicar ambas, no deberías quedarte solamente con una de las dos ya que no hay duda de que pueden ser totalmente complementarias, pero desde luego si tu intención es mejorar la flexibilidad, el Yoga puede ser más aconsejable.
Qué tipo de Yoga elegir para mejorar la flexibilidad
Ten en cuenta que dependiendo del profesor, del centro en el que se imparta, y del contenido, puede haber diferencias muy grandes entre las clases de Yoga.
De hecho, una clase de Yoga que esté más bien centrada en el carácter espiritual de esta disciplina es posible que tenga una transferencia muy baja o totalmente nula hacia las capacidades deportivas.
En concreto, el tipo de Yoga que más puede interesarte si estás buscando mejorar tu flexibilidad es el Ashtanga, que desde luego es una de las modalidades más exigentes físicamente hablando.
En esta modalidad el orden de las asanas o posturas está predefinido a diferencia de lo que ocurre en otros estilos de Yoga, por lo que todo el movimiento se realiza de una manera muy continua y fluida.
Posiblemente este estilo de Yoga no sea el más recomendable para las personas que no tienen una base física porque algunas posturas (o el propio ritmo ininterrumpido de la sesión) pueden resultar algo exigentes.
Por ese motivo, si lo que realmente te interesa es trabajar la flexibilidad, consulta el tipo de clases que se van a impartir antes de realmente apuntarte y realizar una inversión de dinero.
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