Practicar Yoga en la playa es una de las mejores maneras que tenemos para mantenernos en forma este verano. No solo trabajarás tu cuerpo, sino que además la brisa y la compañía del mar te ayudarán a relajarte, a olvidarte del estrés y de los problemas del día a día.
Eso sí, hay unas cuantas cosas que debemos tener en cuenta a la hora de practicar Yoga en la playa: tanto para hacerlo de forma segura como para llevar a cabo nuestras asanas y posturas de la mejor manera posible. Esto es lo que tienes que tener en cuenta a la hora de practicar Yoga en la playa.
Elige la primera hora de la mañana y saluda al sol
Pensamos en "yoga en la playa" y en nuestra mente aparece la imagen de una orilla del mar vacía, solos con nuestra toalla y disfrutando del mar y las vistas. Si eso es lo que buscas, más vale que escojas las primeras (primerísimas) horas de la mañana para realizar tu práctica de Yoga, antes de que empiecen a plantar las primeras sombrillas en la arena.
Además, es el momento perfecto para realizar la secuencia del saludo al sol de Yoga (Surya Namaskar): se trata de una secuencia de ocho posturas con doce cambios (en su versión más tradicional, aunque existen otras modificadas) que se realizaban antiguamente como adoración al dios sol dentro de la religión hindú, siempre a primera hora del día, cuando el sol "se levanta".
El Saludo al Sol de Yoga te ayuda a movilizar toda tu espalda desde primera hora de la mañana
Por supuesto, en nuestro tiempo ha perdido en la mayoría de los casos ese matiz religioso para convertirse más en una práctica para cuidar cuerpo y mente. Como todas las prácticas de Yoga, es recomendable realizarlo con el estómago vacío, por lo que un momento ideal es antes de desayunar.
Aquí te explicamos detenidamente cómo llevar a cabo la secuencia del saludo al sol en una de sus variantes. Puedes repetirla las veces que quieras (en la práctica más tradicional se repite hasta 12 veces).
Mejora tus asanas de equilibrio con ayuda de la arena
Ya os lo comentamos cuando hablamos de correr por la playa: hacer ejercicio en la arena es muy distinto a hacerlo sobre otras superficies, ya que nos encontramos sobre un terreno irregular capaz de generar una cierta inestabilidad.
La arena de la playa es una superficie irregular que puede generar inestabilidad
¿Cómo solventamos esta inestabilidad? Generalmente con un mayor trabajo de activación del core (la zona central de nuestro cuerpo, que nos ayuda a mantener una postura correcta) que se realiza de forma involuntaria. Además, el trabajo sobre la arena nos ayudará a mejorar nuestra propiocepción: la capacidad que tenemos de saber colocar nuestro cuerpo en el espacio, realizando de manera automática pequeñas correcciones que nos ayuden a mantener una postura correcta.
Esto es especialmente importante en las asanas o posturas de equilibrio: verás que practicar estas asanas en la arena es bastante más complicadas que hacerlas, por ejemplo, sobre un suelo de parqué. No te frustres si no te salen a la primera o tan bien como te salen sobre otras superficies: entrenar en la eran, sin embargo, será de ayuda para que, después, cuando las realices en clase o en casa, te veas más seguro y salgan mejor.
Protege tu piel y tu cabeza siempre que vayas a practicar
La semana pasada hablábamos del peligro del melanoma para los deportistas y de cómo podemos hacerle frente gracias a la prevención. Y es que proteger nuestra piel con crema solar, aunque no hagas ejercicio durante las horas de mayor incidencia de los rayos solares, es básico para reducir el riesgo de melanoma.
La crema solar debe ser de amplio espectro, y hay que aplicársela al menos 30 minutos antes de exponernos al sol
Recuerda que la crema que uses debe ser de amplio espectro (que te proteja de los rayos UVA y UVB) y que tenga un factor de protección adecuado a tu fototipo (cuanto más clarita sea tu piel, más alto debería ser el grado de protección).
La crema ha de aplicarse al menos media hora antes de exponernos al sol para que, de esta manera, pueda absorberse correctamente por la piel. Para una mayor protección, procura utilizar cremas resistentes al sudor.
Asegúrate de cubrir con la crema, siendo generoso, las zonas más sensibles que se encontrarán expuestas al sol: hombros, nuca, piel del escote, pómulos, nariz y parte de arriba de las orejas. Y procura cubrir también tu cabeza con un pañuelo o una gorra.
Con estos pequeños consejos, tu práctica de Yoga a la orilla del mar será más placentera y segura, ¡namasté!
Imágenes | Pixabay, Pexels
En Vitónica | Hatha Yoga: todo lo que tienes que saber sobre el tipo de Yoga más practicado
En Vitónica | Bikram Yoga: probamos una clase de Yoga a 40 grados de temperatura, con vídeo
En Vitónica | Tres posturas de Yoga que te ayudan a trabajar tu abdomen