A la hora de trabajar piernas los isquiotibiales son una parte que debemos tener en cuenta, y es que en muchos casos se trata de algo que pasamos por alto y entrenamos de manera indirecta a la vez que trabajamos otras zonas de las piernas. Ya va siendo hora de que nos demos cuenta de que existen ejercicios propios para el trabajo de la parte trasera de las piernas, pero a pesar de esto es necesario que sepamos que muchas de las maquinas que tenemos a nuestra disposición para trabajar esta zona pueden hacernos daño en otras partes como las rodillas si no tenemos en cuenta algunos puntos.
El talón de Aquiles del entrenamiento de piernas son las rodillas, ya que en la mayoría de los casos son las que más sufren a la hora de realizar diferentes ejercicios, por ello es importante que siempre las tengamos en cuenta a la hora de entrenar. Es cierto que para trabajar los isquiotibiales utilizamos en muchos casos maquinas que los aíslan a la perfección, pero estas maquinas pueden ser las causantes de tirones y tendinitis en la rodilla si no nos andamos con cuidado.
Para el trabajo de los isquiotibiales solemos tener a nuestra disposición dos tipos de maquinas, las que nos permiten trabajar tumbados y en las que lo hacemos sentados. En ambas debemos elevar el peso con la parte trasera de la pierna, de modo que sean los isquiotibiales los que trabajen y sobre los que recaiga la tensión del ejercicio. Pero estas maquinas requieren un movimiento que debemos controlar en cada momento, ya que si no es así el recorrido puede ser demasiado largo y es cuando nos haremos daño. Por norma general nos apoyamos en unos rodillos que son los que nos permiten elevar la carga sin hacernos daño, pero no siempre seguirlos es la mejor idea, pues a veces nos marcan un recorrido muy largo que es lo peligroso para las rodillas.
Al realizar un recorrido muy largo en la maquina en la que nos colocamos hacia abajo lo que solemos conseguir es llevar las parte inferior de las piernas demasiado abajo, haciendo que las rodillas se queden estiradas y puedan sufrir al hacer fuerza para elevar la carga. En la que permanecemos sentados sucede un tanto de lo mismo, y es que al elevar las piernas hacia arriba para vencer el peso hacia abajo solemos realizar un recorrido muy largo que puede afectar a las rodillas. Por ello es necesario es que en todo momento controlemos el recorrido que sigue la pierna y evitemos que las rodillas se estiren demasiado. Para evitarlo es necesario que no lleguemos a apurar todo el recorrido, sino que nos tenemos que detener antes y así evitaremos las posibles molestias en las rodillas.
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