Cuantas veces nos ha pasado o hemos visto a alguien que se ha hecho daño en la muñeca al entrenar. Comúnmente se le llama a este fenómeno abrirse la muñeca, y consiste en forzar demasiado esta parte del brazo, llegando a lastimarla y en muchos casos hasta sufrir una lesión. La mayoría de las veces esto se debe a unos malos hábitos a la hora de agarrar las barras que nos van a servir para entrenar. Por ese motivo es importante que tengamos en cuenta la importancia que tiene asir bien las mancuernas.
El agarre es una de las formas más importantes para lograr una correcta ejecución de los ejercicios a la hora de entrenar. La mayoría de nosotros tendemos a utilizar la muñeca como propulsor en los ejercicios que solemos llevar a cabo, una parte del cuerpo que es más débil que el resto del brazo.
La debilidad de la muñeca hace que si centramos todo el empuje en ella perdamos fuerza y apenas seamos capaces de elevar el peso. Para evitar esto, simplemente debemos llevar a cabo algún que otro truco que nos ayudará a mejorar el agarre y conseguiremos desviar el empuje del ejercicio al antebrazo, que es lo que nos interesa, pues será un mejor apoyo al correr menos riesgo de lesionarnos al ejecutar cualquier ejercicio. Esta es la mejor manera de proteger nuestra muñeca.
Para conseguir esto es importante que tengamos en cuenta como debemos llevar a cabo la ejecución de los ejercicios. Es necesario que aprendamos a agarrar adecuadamente las barras y los diferentes agarres para así lograr una perfecta realización de las rutinas sin incurrir en dolor ni lesión. Simplemente servirá con eliminar la costumbre generalizada de asir la barra como si se trata de un asa, es decir debemos evitar agarrarla con los cinco dedos.
La forma correcta de agarrar a la hora de entrenar es colocando el pulgar pegado al dedo índice, de modo que éste no agarre la barra, ya que ésta debe quedar apoyada sobre la palma de la mano de manera que todo el empuje se concentre en el antebrazo y no en la muñeca. Simplemente agarraremos la barra con los otros cuatro dedos para que no se caiga. El pulgar en este caso no entrará en escena, ya que la mano simplemente tiene que ser un asidero, nunca el lugar donde se concentre la tensión del ejercicio.
Es importante que tengamos esto en cuenta para mejorar en los entrenamientos y librarnos de algún que otro susto que nos solemos llevar por una mala ejecución de las rutinas. Además, agarrar las barras de esta manera nos ayudará a lograr elevar más peso al incluir más potencia a través del antebrazo, con lo que evolucionaremos mucho mejor en los entrenamientos.
Imagen | plex
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