Unos brazos fuertes y bien definidos es lo que muchos de los que asistimos al gimnasio andamos buscando. Conseguirlos no es tarea fácil, ya que en muchas ocasiones no entrenamos de la forma adecuada o no incidimos como debemos sobre los músculos. Para lograrlo es sencillo seguir una serie de puntos que os vamos a recomendar.
Antes de nada es importante que sepamos las características del bíceps, ya que se trata de un músculo un tanto peculiar, pues interviene en infinidad de movimientos que realizamos a lo largo de la jornada, pero aún así no se trata de un músculo grande, por lo que tenemos que tratarlo como tal, pero sin subestimar su valía, ya que a pesar de ser pequeño tiene mucha fuerza. Esto se debe a la gran concentración de fibras que posee que lo dotan de esa fortaleza y aguante. Por ello es necesario que sepamos algunas cosas que hay que hacer para obtener los mejores resultados.
Es importante que tengamos en cuenta que a pesar de que el bíceps es un músculo pequeño, debemos concentrar bastante la tensión a lo largo de los entrenamientos para así conseguir que crezca y se mantenga fuerte. Pero esto no implica agotarlo en exceso, ya que ante todo debemos saber mantener el punto medio para no conseguir someterlo a un exceso de entrenamiento. Para ello realizaremos ejercicios muy localizados y que aíslen bastante bien el bíceps para incidir más en el músculo. Las sesiones de entrenamiento no se alargarán demasiado, sino que lo ideal es realizar tres ejercicios de tres series dos de ellos y uno de cuatro series.
A la hora de trabajar el bíceps en su totalidad debemos reparar en todas las partes que lo componen, y que popularmente se conocen como cara externa, media e interna. Para ello debemos realizar ejercicio encaminados a incidir sobre todas estas partes del músculo y conseguir un crecimiento homogéneo y bien proporcionado. Para ello las rutinas deben planificarse de modo que por lo menos toquemos cada parte con los ejercicios. Normalmente se suele incidir en la zona media e interna con los ejercicios habituales, y la cara externa se deja de lado. Para evitar esto es importante realizar ejercicios como las elevaciones de martillo, elevación en polea…
Una buena manera de trabajar los bíceps es hacerlo habiendo calentado e incidido en ellos previamente. Un truco para llevar esto a la práctica es entrenar los bíceps después de haber entrenado un grupo muscular mayor en el que el trabajo de bíceps sea elevado. Esto se puede aplicar cuando entrenamos la zona dorsal, en la que los bíceps actúan mucho a lo largo de toda la rutina, aunque lo hacen de forma indirecta, lo que sirve de calentamiento a estos músculos, y los pre-entrena para así rendir luego mucho más y no empezar en frío con los ejercicios.
Como hemos comentado anteriormente, la concentración a la hora de realizar los ejercicios de bíceps es fundamental, pues esta es la que hace que las fibras se vean estimuladas y crezcan. Para concentrar al máximo debemos llevar a cabo ejercicios que aíslen el bíceps y en los que el resto del cuerpo no realice el empuje. Los recorridos del ejercicio deben ser cortos y estar bien concentrados en la zona afectada por el ejercicio. De esta manera los efectos de los entrenamientos se notarán con un brazo más grande y potente.
Imagen | benny201
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