El exceso de sodio en la alimentación diaria puede perjudicar de diversas formas la salud del organismo y en este sentido, un reciente estudio analizó su efecto, concluyendo que agregar sal a los platos cada día puede restarnos años de vida.
Más sal y mayor riesgo de muerte prematura
El estudio en cuestión analizó datos de más de 500 mil participantes que respondieron un cuestionario sobre la frecuencia de adición de sal a los alimentos.
Se encontraron relaciones entre una mayor frecuencia de adición de sal a los alimentos y concentraciones más altas de sodio en el organismo, ya que añadir sal en la mesa representa entre el 6 y el 20% de la ingesta total de sal y sodio cada día.
Tras un seguimiento de aproximadamente 9 años, se documentaron el número de muertes prematuras (en menores de 75 años) y se encontró que quienes habitualmente agregaban sal a sus comidas presentaban un riesgo 28% superior de morir prematuramente y comparación con las personas que nunca o rara vez usaban el salero en la mesa.
La esperanza de vida en hombres y mujeres, se reducía en 1,5 años y 2,28 años, respectivamente, en comparación con aquellos que nunca o rara vez añadían sal a sus platos.
Todo esto nos lleva a pensar que, si bien la principal fuente de sodio en la dieta habitual son los ultraprocesados y comidas preparadas fuera de casa, el hecho de agregar sal a los platos o a los alimentos en la mesa, puede representar una gran fuente de sodio que favorece el exceso de este mineral y por lo tanto, se traduce en consecuencias negativas para la salud y la esperanza de vida.
Otro dato interesante que se desprende de esta investigación es que los riesgos de añadir sal a las comidas tendían atenuarse en quienes consumían mayores cantidades de frutas y verduras.
Por lo tanto, para proteger la salud y sumar (en lugar de restar) años de vida, se aconseja llevar una dieta saludable rica en frutas y verduras y reducida en sal así como también, en productos fuentes de sodio para el organismo.
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