Como hemos visto en infinidad de ocasiones, los estiramientos son necesarios para mantener en buen estado las fibras musculares. Por esto es importante siempre destinar unos minutos a estirar las partes del cuerpo trabajadas, ya que de este modo aliviaremos la tensión en la parte trabajada y comenzaremos a recuperarnos antes. Pero es cierto que los estiramientos no se pueden hacer de cualquier manera, pues debemos tener en cuenta una serie de puntos importantes.
Los estiramientos se componen de una serie de ejercicios encaminados a incidir en los músculos, concretamente en la flexibilidad de las fibras, consiguiendo de este modo que los músculos se mantengan más flexibles y jóvenes, pues con los estiramientos conseguimos activar la circulación sanguínea, y con ello la recuperación muscular. Pero a la hora de ejecutarlos es necesario que tengamos presentes una serie de recomendaciones.
Realizar los entrenamientos de manera lenta y relajada
Los estiramientos antes todo deben realizarse de manera lenta y relajada. Es decir, se trata del momento de vuelta a la normalidad de los músculos después de una sesión de entrenamiento. Es por ello que debemos hacerlo de manera pausada y relajada. Por este motivo los movimientos deben ser lentos y constantes. Teniendo siempre en cuenta la parte estirada, pues de este modo conseguiremos una mayor eficacia y una mejor recuperación muscular después del ejercicio.
Asegurar cada movimiento y cada postura
A la hora de realizar los estiramientos siempre hay que asegurarse de cada movimiento y cada postura. No es bueno realizar movimientos bruscos. La clave está en concentrar los estiramientos e intentar que la parte trabajada se estire un poco más cada día, es decir, tratar de hacer que poco a poco cada parte del cuerpo sea más flexible, pero eso sí, sin forzar en exceso, simplemente un poco cada día para así conseguir mejorar la flexibilidad general.
Cuidado con el dolor al estirar
Pero esta intención de conseguir más cada día no debe pasar por el dolor. Es importante tener presente que los estiramientos no deben resultar dolorosos. Si mientras estamos estirando nos duele es que algo no estamos haciendo bien, e incluso podemos llegar a hacernos daño simplemente en los estiramientos. Por ello es necesario que como siempre sepamos escuchar a nuestro cuerpo y evitemos hacernos daño sin necesidad.
Tener en cuenta la respiración
Otro punto a tener en cuenta es la respiración. Mientras estiramos es necesario que sepamos que comienza el proceso de recuperación del ejercicio y por ello la respiración juega un papel importante para mejorar la oxigenación de la sangre y con ello el estado general de los músculos. Por ello es necesario que nos relajemos mientras estiramos, nos concentremos en la parte estirada y seamos conscientes de que la finalidad de esos ejercicios es conseguir un mejor estado muscular.
Imagen | JJ Vico Bretones
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