El colesterol es un compuesto lipídico de nuestro organismo que se divide en diferentes tipos según a el tipo de partícula al que se encuentra unido. Así, se considera al colesterol HDL o asociado a partículas de alta densidad como cardioprotector porque quita grasas de las arterias. Sin embargo, un colesterol HDL alto no siempre es tan bueno como se cree, sobre todo, en mujeres posmenopáusicas.
Colesterol HDL después de la menopausia
Un estudio recientemente publicado por la revista Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology evaluó el efecto del colesterol HDL y de las partículas de HDL (sin colesterol) en más de 1300 mujeres de entre 45 y 84 años de edad, observando su vínculo con diferentes factores de riesgo cardiovascular.
Un nivel alto de colesterol HDL no protege contra enfermedades cardíacas sino que podría tener el efecto contrario
Así, se observó que las partículas de HDL variaban su tamaño tras la menopausia y que un colesterol HDL alto en mujeres posmenopáusicas no reducían el riesgo cardíaco sino que se vinculaban a mayor presencia de placa carotídea o lo que es igual, a una probabilidad superior de tener aterosclerosis.
Este vínculo fue más acentuado en mujeres con más años tras el inicio de la menopausia y lleva a pensar que las partículas HDL no son tan funcionales ni eficaces como las que poseemos cuando somos jóvenes, de allí que con el paso del tiempo, tener altos niveles de este tipo de colesterol no es tan bueno como se creía.
Por el contrario, un gran número de partículas HDL de pequeño tamaño protegían ante la aterosclerosis y mayor cantidad de partículas HDL de gran tamaño se vincularon a mayor riesgo cardíaco.
Este estudio es el primero en encontrar que el colesterol HDL puede no ser siempre protector ante enfermedades del corazón, sino que sus niveles deben considerarse con cautela en mujeres posmenoáusicas, pues como se ha observado puede tener el efecto contrario o al menos, no ser tan "bueno" como se pensaba.
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