Cuando buscamos comer mejor y beneficiar así la salud del organismo, hay infinidad de estrategias que solemos poner en práctica, sin embargo, comer en familia es otro buen recurso, poco conocido, que puede ayudarnos a cuidar la dieta y la salud.
Comida familiar y calidad de la dieta
Sentarse a comer en familia con los peques de la casa o con los adolescentes que aun están desarrollando su conducta alimentaria puede ser de mucha ayuda para inculcar buenos hábitos.
Un estudio publicado en la revista de la American Dietetic Association revela que los adolescentes que compartían la mesa con su familia tenían una dieta de mejor calidad en la edad adulta, pues consumían más frutas, verduras así como ingerían menos refrescos.
De igual forma, comer en familia con nuestros niños puede ser beneficioso para los adultos, pues como sabemos es importante predicar con el ejemplo y por eso, cuidaremos la calidad de los platos que llevamos a la mesa, así como la forma en que desarrollamos la ingesta de alimentos.
Por otro lado, comer en familia y consumir lo mismo que los padres estimula en los niños una dieta de mejor calidad y los ayuda a escoger alimentos más sanos según confirma una investigación realizada en la Universidad de Edimburgo.
Comer en familia para proteger la salud
Una dieta de mejor calidad que puede ser inducida por la realización de las comidas familiares sin duda protege al organismo de enfermedades de todo tipo, sin embargo, un estudio publicado por la Universidad de Cambridge señala que separar las comidas dentro de la familia o dar demasiada importancia (familiar o individual) a los alimentos puede conducir a desordenes alimentarios.
Asimismo, las comidas familiares se asocian a efectos positivos sobre los valores y comportamientos, tales como menores conductas abusivas y compulsivas, reducción de comportamientos de alto riesgo como violencia y suicidio, purgas y pérdidas excesivas de peso, por ello, también pueden contribuir a prevenir trastornos alimentarios de todo tipo, entre los cuáles no sólo se encuentran anorexia y bulimia, sino también, la obesidad como concluye un estudio publicado en The Journal of Pediatrics.
Comer en familia no sólo puede ayudarnos a comer más sano, sino también a alejarnos de muchas enfermedades relacionadas con la alimentación y también con comportamientos y emociones como puede ser la depresión o las fobias.
Más allá de todo lo que hacemos para beneficiar la salud y cuidar la dieta, es importante recordar que algo tan sencillo como comer en familia puede ser clave para lograrlo.
Bibliografía consultada | Journal of the American Dietetic Association, Volume 107, Issue 9, September 2007, Pages 1502–1510; Sociology of Health & Illness, 35: 906–923, doi:10.1111/1467-9566.12007; British Journal of Nutrition, Volume 101, Issue 6, August 2008, pp. 909-918; The Journal for Nurse Practitioners, Volume 7, Issue 1, January 2011, Pages 18–22; y The Journal of Pediatrics, 2014, DOI 10.1016/j.jpeds.2014.08.030.
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