La obesidad y el sobrepeso son una constante en nuestro entorno. Día tras día crece el número de personas con un peso por encima de lo saludable en los países desarrollados. Existen muchos factores que contribuyen a este aumento de peso descontrolado en la población, y hoy queremos acercarnos al factor cultural y psicológico.
Siempre que comemos ¿lo hacemos porque tenemos hambre? Es decir, ¿necesitamos nutrirnos en ese preciso momento? Además del factor físico (el cuerpo necesita combustible para funcionar) existen otras variables que nos pueden llevar a querer comer sin que sea necesario, como el factor cultural y psicológico.
En nuestra sociedad, la sociedad del márketing y el consumo, nos vemos empujados hacia la sobrealimentación y hacia una nutrición que no es tan sana como debería. La comida basura, los snacks hipercalóricos... en definitiva, las opciones de "comida fácil" llegan a nosotros cada día a través de anuncios en todos los medios de comunicación.
En un entorno en el que alimentarnos de manera sana y saludable es una opción que no siempre es la más fácil ni la más rentable, debemos tener en cuenta además el factor cultural que nos presenta la comida como un medio socializador y de bienestar.
La comida como centro de las celebraciones
Pensad en vuestros encuentros con familiares y amigos: ¿no suelen tener lugar la mayoría de las veces alrededor de un plato de comida?. Las ocasiones especiales como Navidad, Semana Santa, cumpleaños, bodas... tienen siempre a la comida como protagonista. Incluso los negocios pueden llevarse a cabo en un entorno semejante.
Este hecho hace que inconscientemente asociemos la comida a momentos determinados en los que nos hemos sentido felices o dichosos. Ejemplo personal: tengo una amiga a la que hacía mil años que no veía, y cuando por fin quedamos me invitó a comer un carrot cake (riquísimo, por cierto) mientras nos poníamos al día. Ahora, cada vez que hablo con esta amiga me acuerdo del famoso carrot cake, con el consiguiente antojo, claro.
Bienestar emocional y sobrealimentación
Cuando nuestra vida personal o profesional no va todo lo bien que desearíamos, mucha gente se refugia en la comida porque de algún modo evoca en su mente esos momentos felices que han vivido alrededor de una mesa.
Sirva como ejemplo, aunque sea un topicazo, la típica escena de película americana en la que a la chica le acaba de dejar su novio y ahoga las penas con un enorme bol de helado (si hay suerte, bajo en calorías).
Estas situaciones en las que consumimos comida (que además no suele ser muy sana) por un factor emocional pueden llevarnos a un consumo excesivo y por tanto al sobrepeso. Si, aún sin que nos demos cuenta, asociamos comida a bienestar emocional, podemos caer en un círculo vicioso que nos haga consumir más de lo necesario.
Debemos recordar que nuestro músculo más fuerte es nuestra mente: desde ahí podemos controlar todo nuestro cuerpo. Una de las cosas más interesantes que necesitamos aprender es a identificar si realmente tenemos hambre: en ocasiones no es hambre de comida, sino de aceptación, de compañía o de relajación. Si sabemos distinguir cuál es el origen del hambre, tendremos controlado el 90% de la situación.
¿Recordáis alguna ocasión en la que una situación emocional os haya llevado a pegaros un atracón?
En Vitónica | La obesidad tiene muchas más consecuencias de lo que creemos
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11 comentarios
saasugar
Los peores momentos son por ejemplo los de estudio... es decir, los momentos de agobio, en los que vas a la nevera/despensa y arrasas...!!!! jejeje... y el tipico momento cañas y tapas!! pero bueno como bien dices, todo es cuestión de controlarse.
XemarY
Para mi las reuniones con los amigos y compañeros son duras por este motivo: el auto control!!!
selkot
Siempre que quedamos los amigos del insituto nos vamos a almorzar, si no no quedamos :D
la-colo
Ami me molesta (aunque se que no puedo hacer nada) que siempre en cada momento especial, le pongan tanta atencion a la comida, por ejemplo haciendo comidas "especiales" desde muchas horas antes, con gran variedad para satisfacer a todos, etc.. al final parece que le ponen mas atencion a la comida que a la ocasion! yo fui alguien comia mucho emocionalmente, aparte de comer por los trastornos alimenticios que tenia, cuando los supere solo comia emocionalmente aunque alla comido bien durante todo el dia y lo peor es que es un circulo vicioso, me sentia mal por comer tanto (aparte que estaba con unos kg demas) y eso me llevaba a seguir comiendo por la angustia! es terrible, agradezco haber salido de eso.. Pero ahi algo que creo y es que si alguien se propone y realmente quiere comer bien por mas que nuestro circulo familiar, amigos no lo haga, AUN ASI CON VOLUNTAD SE PUEDE. si no, ya es un problema sicologico.
mariola1983
Añado eso de q en casa te hayan educado con un... No te dejes nada en el plato, todo, entero... Sin tener en cuenta cuando tu estómago esta lleno. Por no decir las comidas colmadas de aceite o platos que tendrían q remolcar un grúa. Menos mal que en casa mis platos tienen un tamaño normal y para seguir sin dejar nada en el plato aparto la ración justa. Eso es algo que me cuesta mucho con mis padres y abuelos, y por más que lo explique .... Sigo quitando la mitad de lo que ponen en el plato antes de sentarme a comer!
bosanova
Bufffff el estres, las bajonas emocionales y el poder del chocolate.... que por cierto he batido el record de mi vida un mes sin tomar nada de chocolate ni añadirle azúcar a mis bebidas como el café. Ya que estuve malísima del estomago y me ayudó a superar mi adicción a los dulces...
sobretodo la mayoría de las mujeres somos unas golosas incontrolables...
dahliavalium
A mí me sucedió algo horrible relacionado con los atracones de comida... Desde diciembre del 2011 que trato de cuidarme, comer limpio siempre, mejorar mi salud a medida que pasa el tiempo y lo estoy consiguiendo pero... Durante las navidades de 2012 empezaron los problemas. Mi familia nunca me había visto tan "delgada" (quiero destacar que seguí y sigo una alimentación saludable y un estilo de vida más bien activo). Ellos me presionaban y siguen haciéndolo, pero yo soy más fuerte. Siempre saltaban con frases como "ni se te ocurra bajar más de peso". Pero con todo lo que les he explicado de salud ¿siguen sin confiar en mi palabra? Bien, retomemos la historia... Navidades pasadas. Presión social (familiar, peor todavía). Comida hipercalórica por doquier. Y yo con unos niveles de ansiedad vertiginosos. El caso es que me dio por comer chocolate desmesuradamente. Ahora controlo más o menos la ansiedad y no he recuperado peso de forma insana. El esfuerzo por mi bienestar ha resultado positivo.
P.S: Mi peso es de 63'4 kg y mido 1'70 m aproximadamente.