Muchos de nosotros no conciben comer los alimentos con sal, ya que consideramos que no tienen sabor. A pesar de haber escuchado cientos de veces que es más saludable para el organismo eliminar la sal de la dieta seguimos añadiéndola a los alimentos. Por ello vamos a detenernos en si es o no necesario utilizar la sal en nuestra dieta, al igual que el azúcar.
Todos conocemos el uso que se le suele dar a la sal y al azúcar en nuestra dieta, y es que ambos sirven como aliño para los alimentos, destinados a realzar su sabor y hacerlos más apetecibles al paladar. Como siempre sucede con el cuerpo humano, a todo nos acabamos acostumbrando, y eliminar la sal y el azúcar es algo que debemos tener presente, ya que no es necesario que los sigamos usando, pues todos los alimentos los contienen y por lo tanto seguir incorporándolos en grandes cantidades puede ser perjudicial para el organismo.
Antes de nada debemos tener en cuenta que los excesos nunca son buenos para el organismo, por eso es importante que no caigamos en la constante utilización de ningún tipo de sustancia o condimento. La sal y el azúcar son dos ejemplos que podemos eliminar de la dieta. Para comenzar todos los alimentos contienen en mayor o menor medida sales minerales y azúcares que nos bastan para cubrir las necesidades que nuestro organismo tiene a diario. Por ello es tontería seguir añadiendo más cantidad, puesto que el daño puede ser mayor que el beneficio.
Algunos ejemplos de trastornos producidos por exceso de sal puede son la retención de líquidos en el organismo, que en muchos casos nos puede llegar a producir dolores en las articulaciones y hacer que nuestro sistema circulatorio no funcione correctamente. Esto suele traducirse en hipertensión con lo que corremos el riesgo de padecer enfermedades coronarias. Junto a esto existe una acumulación de toxinas en el organismo que nos pueden producir una serie de trastornos como celulitis, piel de naranja...
En lo que se refiere a los azúcares, la mayoría de los alimentos los contienen en dosis más que considerables, por lo que no debemos añadirlos a nuestra dieta ni a los platos que vamos a consumir. El azúcar se transforma en glucosa en el organismo, una sustancia que utilizamos para obtener energía, por lo que un exceso acaba por almacenarse en el organismo en forma de grasa, empeorando nuestra salud, ya que el sistema circulatorio se verá resentido corriendo el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Además de esto, un exceso de azúcar puede hacer que padezcamos problemas de caries, entre otros.
Es importante que tengamos esto en cuenta, y para ello es necesario que nos concienciemos que no los necesitamos, ya que todos los alimentos contienen ambos nutrientes en mayor o menor medida. El problema reside en que la mayoría de nosotros nos hemos acostumbrado a su presencia en los alimentos desde que hemos sido pequeños, por lo que es difícil acabar con ellas de repente. Por este motivo, y como si se tratara de una droga, los iremos erradicando poco a poco, de modo que acostumbremos al paladar a saborear los alimentos en su esencia sin la necesidad de añadirles sales o azúcares, ya que no solo degustaremos más la comida, sino que nuestra salud lo agradecerá.
Imagen | terabayt
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Juancamina
En realidad estoy de acuerdo con todos. Con Delgado porque ni la sal ni el azucar agregan nada ni al placer ni a la salud, especialmente la sal en los hipertensos. Con los que han opinado aquí, porque si disfrutan del azucar y la sal y no les genera consecuencias por su estado físico o su edad, son afortunados y naturalmente que pueden seguir usándolas : como bien dicen la vida no es cuestión de extremos. Pero el artículo creo apunta a quienes si debemos prescindir. Y para estos casos no es tan complicado. Es cuestión de modificar el hábito. Sldos. Juanca.
jerohd
Tengo la desgracia de saber lo que es eliminar casi completamente la sal y el azucar de la dieta (por prescripción médica) y debo decir que al principio lo pasé bastante mal.
No obstante, el cuerpo se adapta a todo y el gusto más aún. No solo eso, me he dado cuenta que descubro sabores nuevos que antes no notaba, tal vez por estar disfrazados por estos condimentos.
La alimentación sin sal ni azucar (aunque no sea al 100%) es una opción igual de válida que la tradicional y entiendo que es más una cuestión cultural que de propio gusto.
A lo que no puedo acostrumbrarme es a eliminar el azucar del café... y mira que soy cafetero!!!.
Albaricoque
Yo estoy totalmente con delgado, la sal sólo la añado si cocino para alguien más aparte de mí. He descubierto el tremendo mundo de las especias, especialmente los múltiples tipos de pimienta y pimentón. Respecto al azúcar... no endulzo nada activamente, pero los domingos solemos ir a desayunar y leer periódicos y algún dulce cae :-)
link01
Esoty de acuerdo con los dos anteriores, sustituiria la palabra eliminar por controlar.
huppert
A mí personalmente me resulta del todo excesivo eliminar completamente la sal y el azúcar de la dieta. No seamos radicales: la alimentación no sólo sirve para conseguir nutrientes, sino también para disfrutar. Se llega a un nivel de exageración en nombre de la salud... enfermizo.
enjordi
cierto, personalmente prefiero disfrutar de unas buenas patatas bravas que hacer series de abdominales, supongo porque mi falta de michelines y mis 64 kg me lo permiten.