Dónde se acumula la grasa en nuestro cuerpo es un tema que a muchos nos interesa, pues más allá de la estética, la grasa según su localización resulta más nociva como es el caso de la grasa abdominal o visceral. Un reciente estudio publicado en la revista Nature Communications señala que los genes deciden dónde se acumula más grasa, aunque somos nosotros los que tenemos la última palabra.
Genética, pero también hábitos, influyen en la distribución de la grasa
La concentración de la grasa en el tronco es la más patógena porque es la metabólicamente más activa y rodea a órganos fundamentales para el organismo, mientras que la grasa que se concentra en la región femoroglútea dando origen a la forma de pera al cuerpo sería la más benigna.
Con la finalidad de conocer la influencia genética en la distribución grasa investigadores de Suecia evaluaron a más de 350000 personas encontrando una considerable influencia de los genes en las características de la distribución grasa, siendo más marcado en mujeres.
Las mujeres sobre todo, tenemos una gran influencia de nuestros genes que deciden dónde se acumula grasa en nuestro cuerpo, sin embargo, en los hombres dicha intervención también existe aunque en menor medida.
No obstante las conclusiones de este estudio que señalan el poder de los genes para determinar el almacenamiento y distribución grasa, debemos saber que con nuestros hábitos podemos hacer mucho y somos nosotros los que finalmente tenemos la última palabra.
Concretamente, los genes deciden dónde se distribuye la grasa, pero con nuestros hábitos podemos prevenir un exceso de grasa corporal y así, reducir el riesgo de enfermedades si somos propensos a acumular grasa en el abdomen, por ejemplo.
En definitiva, nuestros hábitos tienen el control del gatillo y la decisión final acerca de lo que los genes expresan, pues sin comportamientos que promuevan el exceso de grasa no tendremos barriga aunque nuestros genes indiquen que la grasa debe acumularse preferentemente en el abdomen.
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