Con la llegada de la primavera y el buen tiempo las plantas se despiertan y el ambiente se llena de partículas de polen en suspensión. Este fenómeno es necesario para conseguir un nutrido abanico de frutos y plantas, pero mientras esto sucede en muchos de nosotros se desencadenan una serie de efectos que disminuyen nuestro bienestar. Todos estos acontecimientos se conocen como alergia, y nosotros nos queremos detener en ella y en cómo podemos mitigar sus efectos.
Es cierto que la alergia es un nombre genérico que se da a una reacción autoinmune por parte del organismo frente a un agente externo. En este caso se trata del polen que desprenden las plantas y que invade la atmósfera. No todos los tipos de polen son iguales y no todos los tipos de alergia se manifiestan de la misma manera ni cada año son iguales.
Por este motivo existen muchos tipos de reacciones ante el polen que impera en esta época. No todos los tipos de alergia son iguales ni se manifiestan de la misma manera. Del mismo modo que no tenemos alergia a todos los tipos de polen que se encuentran en el ambiente. Por ello es muy recomendable que antes de aplicar cualquier tipo de consejo y medicación por nuestra mano, acudamos a un especialista para determinar el grado de alergia y al tipo de polen al que la tenemos.
Una vez dicho esto, es importante que tengamos en cuenta una serie de puntos. En primer lugar es necesario que sepamos determinar si lo que nos sucede es una alergia, ya que en muchos casos suele confundirse con un resfriado y por supuesto el tratamiento y la forma de abordar este trastorno no es la misma.
Síntomas que la alergia produce en el organismo
Para conocer un poco mejor en qué consiste la alergia vamos a detenernos en los síntomas que presenta en la gran mayoría de nosotros y que nos pueden dar una idea de que lo que nos sucede es realmente alergia:
- Los estornudos y los picores en los orificios nasales es un síntoma inconfundible de la alergia. En primavera las personas alérgicas solemos tener episodios de estornudos, sobre todo en las primeras y últimas horas del día. Aparentemente se debe a un pequeño picor que aparece en las fosas nasales. Esta sensación en la mayoría de los casos se confunde con un resfriado común. A tener en cuenta que este picor nasal no se produce durante toda la jornada, sino en determinados momentos.
- La acumulación de mucosidad en las fosas nasales y en muchos casos la congestión suelen ser otros síntomas derivados de la alergia. Al igual que con el picor de nariz, la congestión suele confundirse con un resfriado. En muchos casos puede llegar a dar fiebre, pero no es lo más habitual. El dolor de cabeza y la pesadez en la zona de las sienes y los ojos son también algunos de los síntomas que notaremos.
El picor de ojos es otro síntoma claro de la alergia. Sentir pesadez en los ojos y la sensación de tener arenilla en ellos es un signo claro de que la alergia está haciendo mella en nosotros. Picores en la zona del lacrimal y acumulación de legañas es algo que suele pasar. Lo ideal en estos casos es no rascarse e intentar limpiar la zona con suero fisiológico para evitar que la alergia siga afectándonos.
En casos más avanzados de alergia pueden aparecer problemas respiratorios similares al asma. En este caso las vías respiratorias se taponan y nos cuesta respirar adecuadamente. En estos casos es mejor acudir a un especialista para verificar el tipo de alergia que tenemos y el tratamiento que debemos seguir.
En muchas ocasiones podemos sentir la piel pegajosa, sucia, e incluso puede llegar a picarnos y a darnos sensación de suciedad. Esta sensación es debida a una reacción que se desarrolla en la piel. En estos casos es necesario que evitemos rascarnos y limpiemos nuestro cuerpo. Sobre todo las manos y la cara es necesario que las mantengamos limpias.
Estos son algunos de los síntomas más habituales que se derivan de la alergia al polen en primavera. Es cierto que existen muchos tipos de alergia y muchas reacciones adversas por parte del organismo. Nosotros hemos descrito las más habituales en esta época del año.
Medidas higiénicas para eliminar la presencia de polen
Para evitar que estos síntomas estén presentes en nuestro día a día podemos seguir una serie de medidas higiénicas que nos ayudarán a mejorar nuestra exposición al polen y evitar en la medida de lo posible las crisis alérgicas. Para conocerlos vamos a hacer un repaso por los más importantes que podemos llevar a cabo en nuestro día a día.
- Mantener una perfecta higiene en nuestro hogar es esencial. Debemos evitar en lo posible la presencia de polen. Para ello es necesario evitar tener las ventanas abiertas de la casa, sobre todo en las horas del día. Ventilar la casa al amanecer será una buena alternativa y no más de 10 min.
- Limpiar la casa con regularidad para evitar la acumulación de polen en el suelo y en los tejidos de la casa es importante. Por ello es recomendable el uso de aspiradoras potentes y la limpieza del suelo con agua para acabar con cualquier resto de polen que pueda quedar en la casa.
Lo mismo sucede con la ropa. Es importante que al llegar de la calle nos quitemos la ropa que hemos utilizado durante la jornada y la echemos a lavar. Esta ropa contendrá partículas de polen que nos afectarán y pueden aumentar la alergia. Cambiarla por ropa limpia es necesario para usar ropa que no esté contaminada por el polen.
Cuando lavemos la ropa es importante que la pongamos a tender en el interior para evitar que se llene de polen en el exterior. De este modo conseguiremos aislarnos al máximo de esta sustancia que puede acabar por hacernos daño.
Al llegar de la calle, además de cambiarnos la ropa debemos lavarnos manos y cara. Si nos damos una ducha y además limpiamos el cabello será aún mejor para nosotros, pues eliminaremos todas las partículas de polen que podamos tener en el cuerpo almacenadas.
Remedios naturales para disminuir los efectos de la alergia
Una vez tenemos claras algunas de las medidas higiénicas que debemos llevar a cabo en nuestro día a día es necesario que echemos mano de algunos remedios que nos servirán para disminuir los efectos que el polen tiene en nuestro cuerpo.
Nosotros vamos a recomendar algunos trucos totalmente naturales que se aplicarán en casos en los que los síntomas de la alergia no sean extremos. El caso de padecer síntomas muy graves lo ideal será acudir a un alergólogo para determinar otros tratamientos adecuados para cada caso.
Echar mano de sustancias naturales nos ayudará a prevenir los efectos de la alergia. Es importante que los incluyamos en nuestra dieta
Para disminuir los efectos de la alergia podemos echar mano de sustancias naturales. A continuación vamos a destacar algunas de las más importantes y útiles:
La ortiga es una de las plantas que nos pueden ayudar. Consumida en infusión nos ayudará a bloquear la histamina que produce el organismo para reaccionar ante el polen. Además de ser muy buena para regular la circulación sanguínea del cuerpo.
Otra sustancia que vamos a destacar es la petasia. La tintura y el extracto de petasia, que podemos encontrar en herbolarios, ayudará a eliminar los síntomas de la rinitis, ya que tiene componentes antihistamínicos muy potentes.
La miel también es una sustancia que nos ayudará a inmunizarnos frente al polen, ya que contiene pequeñas partículas de esta sustancia. Consumirla durante todo el año nos ayudará a exponer al organismo a pequeñas dosis de polen y así poco a poco acostumbrarlo y llegar a inmunizarnos con el paso del tiempo de sus efectos.
Realizar irrigaciones con agua salada nos ayudará a eliminar la mucosidad y el polen que se acumula en las vías respiratorias. Para su elaboración utilizaremos media cucharadita de sal y otra media de bicarbonato de socio en media taza de agua tibia. Simplemente aplicaremos unas gotas en las fosas nasales y dejaremos que resbalen de modo que arrastren el polen y la mucosidad que se acumula en esta parte del cuerpo.
El té verde también nos ayudará a reducir los síntomas de la alergia. Concretamente porque contiene una sustancia antihistamínica que nos ayudará a controlar los efectos nocivos que el polen causa en nuestro cuerpo.
La menta también es una sustancia que podemos consumir en infusión y que nos ayudará a reducir los efectos de la alergia. Concretamente inhalar los vapores de aceite esencial de menta nos ayudará a aliviar las vías respiratorias, al igual que consumirla en infusión. La menta bloquea la histamina que provoca el polen aliviando estornudos y flujo nasal.
El regaliz es otra sustancia a tener en cuenta. Es rico en glicirricina, que es un potente antihistamínico que ayudará a reducir la mucosidad y las posible erupciones cutáneas. Tomar una infusión de regaliz será adecuado para prevenir.
La cúrcuma también debemos tenerla presente. Al igual que las sustancias anteriores, la cúrcuma bloquea la producción de histamina por parte del cuerpo. La podemos utilizar en comidas como aderezo para darle sabor y ayudarnos a mejorar frente a la alergia.
La ingesta de vitamina C nos ayudará también a reforzar el sistema inmunitario del organismo. Además, es un potente antihistamínico que nos ayudará a conseguir eliminar los efectos que el polen causa en el organismo. Consumir frutas y verduras como los cítricos, ricas en esta vitamina, nos ayudarán a conseguir una mejor situación.
Podemos echar mano de complementos ricos en magnesio que nos ayudarán a reforzar la actividad pulmonar y con ello mejorar nuestra respiración frente al efecto del polen, así com nos ayudará a reducir los estornudos causados por el polen. Este mineral lo podemos conseguir a través de alimentos como almendras, semillas de girasol o vegetales de hoja verde oscura.
Es cierto que con tesón y constancia podemos conseguir mejorar los síntomas de la alergia y de este modo reducir sus efectos. A pesar de todo, no debemos olvidar que en caso de no desaparecer y de acentuarse es necesario siempre acudir a un médico para que nos trate y pueda determinar el grado de alergia por si fuera necesario un tratamiento adecuado.
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