Con motivo de la celebración del Décimo Aniversario del Día Europeo de Sensibilización Antibiótica (coincidiendo con la Semana Europea de Concienciación sobre el Uso de Antibióticos que se celebra del 13 al 19 de Noviembre de este año), el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha publicado sus últimos datos en toda la Unión Europea (UE) sobre resistencia a los antibióticos, así como su orientación sobre prevención y control de Enterobacter iaceae resistente a carbapenémicos (CRE).
Y dichos datos no son para nada positivos, ya que señalan que durante el año 2016 se produjo un aumento de la resistencia combinada en varios grupos de antibióticos para la Escherichia Coli (E-coli) y algunas especie de Acinetobacter, y esto ha originado gran preocupación debido a que aquellos pacientes que sufren una infección de estos patógenos tienen opciones de tratamiento bastante limitadas.
¿Qué son los antiobióticos y cómo funcionan?
Los antibióticos son medicamentos potentes que combaten las infecciones bacterianas y, si los usamos de forma adecuada, pueden salvar vidas. Estos medicamentos actúan matando las bacterias o impidiendo se reproducción, dando tiempo de este modo a que las defensas del cuerpo se hagan fuertes y puedan combatir la infección.
Dado que los antibióticos combaten bacterias y no virus, el uso de estos para tratar resfriados, gripes, bronquitis y dolores de garganta (salvo que esto último sea provocado por una bacteria), puede provocar más perjuicios que beneficios para nuestro organismo.
La resistencia bacteriana: por qué a veces no sirven los antibióticos
La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias cambian o mutan (como suele decirse en términos médicos) de una manera que reduce la eficacia de los medicamentos diseñados para curar o prevenir infecciones. De este modo, sobreviven y continúan multiplicándose, causando más daño.
¿Cómo se produce la resistencia bacteriana?
Las bacterias entran en nuestro organismo provocando la enfermedad y la aparición de los primeros síntomas.
Con el inicio del proceso infeccionso, se produce la toma del antibiótico por parte del enfermo. Durante esta toma, y junto con el mecanismo reproductivo de las bacterias, pueden aparecer algunas bacterias "mutadas" resistentes al antibiótico.
Como resultado de esa resistencia, las bacterias supervivientes y resistentes al antibiótico comienzan a reproducirse, resultando que la infección continúa presente en nuestro organismo y el tratamiento se dificulta (además de aumentar el gasto sanitario derivado de tener que buscar un nuevo antibiótico con el que tratarla).
La OMS explica que la aparición de resistencias entre los microbios es un proceso natural, que permite a los patógenos ir evolucionando. Sin embargo, algunas actividades humanas, encabezadas por el mal uso de los antibióticos (tanto en humanos como en agricultura), agravan esta situación.
Semana mundial sobre la concienciación del uso de antibióticos
Bajo el lema "Antibióticos: manipular con cuidado", desde la OMS su busca realizar un llamamiento a la población y un intento de concienciar sobre la necesidad de limitar y frenar el uso de los antibióticos, ya que se está generando un problema de salud de grandes dimensiones. El Día Europeo de concienciación sobre el uso de antibióticos suele coincidir con la Semana Mundial.
Coste económico producido por la resistencia bacteriana a los antibióticos
Según el estudio "Cost of antimicrobial-resistant infections" realizado en el año 2009 por la Alliance for the Prudent Use of Antibiotics (APUA), los costos médicos atribuibles a infecciones bacterianas aumentaron de 18.588 a 29.060 dólares por paciente, la hospitalización se prolongó de 6'4 a 12'7 días en los afectados y el exceso de mortalidad atribuible a dichas infecciones fue del 6'5%, porcentaje dos veces mayor que el de los pacientes sin infección bacteriana.
Desde entonces, los costes han ido en aumento, y la resistencia bacteriana a los antibióticos por el sobreuso que hacemos de ellos se ha agravado de tal forma, que han aumentado los casos de muerte por no dar con el antibiótico necesario.
Situación actual
Resistencia de las bacterias
Evidentemente, aquellos pacientes infectados por bacterias resistentes a los fármacos, tienen un mayor riesgo de muerte por la dificultad de dar con un tratamiento eficaz, lo cual eleva a su vez el coste económico al consumir más recursos sanitarios que los pacientes infectados por cepas no resistentes a los antibióticos.
Una bacteria intestinal común como es la Klebsiella pneumoniae, que puede causar infecciones potencialmente mortales, se ha hecho resistente al tratamiento utilizado como último recurso (los antibióticos carbapenémicos) al tiempo que se ha propagado a diversas regiones del mundo. Esta bacteria es una importante causa de afecciones como la neumonía, la sepsis o las infecciones de los recién nacidos y los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos. Debido al uso abusivo de los antibióticos, esta bacteria se ha hecho especialmente resistente en determinados países, por lo que el número de casos graves en los mismos ha aumentado, al igual que las muertes derivadas de esta infección.
Australia, Austria, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, Sudáfrica, Suecia y Reino Unido han podido confirmar que el tratamiento contra la gonorrea con cefalosporinas de tercera generación ha fracasado.
Resistencia de la bacteria de la tubercolisis
En 2014, según datos de la OMS, hubo unos 480.000 nuevos casos de tuberculosis multirresistente (TB-MR), de los cuales solo se detectaron y notificaron aproximadamente un 25% de ellos (123.000). Esta afección requiere tratamientos mucho más prolongados y menos eficaces la comparamos con la tuberculosis no resistente. En 2014, debido a la resistencia generada por el uso indiscriminado de antibióticos, solo la mitad de los casos mundiales de TB-MR fueron tratados con éxito.
Otro dato que hace saltar las alarmas es que al menos en 105 países se ha identificado la existencia de tuberculosis ultrarresistente, es decir, resistente al menos a cuatro de los principales fármacos antituberculosos.
Resistencia del VIH
Se calcula que en 2010 el 7% de las personas que iniciaron un tratamiento antirretrovírico (TAR) en los países en desarrollo tenían VIH farmacorresistente (frente al 10-20% de los países desarrollados). Algunos países han comunicado tasas de resistencia del 15% o más en quienes comienzan el tratamiento contra el VIH, y de hasta un 40% en quienes lo reinician.
El aumento de la resistencia tiene importantes repercusiones económicas, dado que los fármacos de segunda y tercera línea son, respectivamente, tres y 18 veces más caros que los de primera línea.
Debido a que las antirretrovíricos han sido durante mucho tiempo el tratamiento más típico para el VIH, se prevé un aumento de la resistencia a los mismos en todas las regiones del mundo, por lo que para mantener su efectividad es necesario que se termine de elaborar, entre otras medidas, el nuevo Plan de Acción Mundial sobre la Farmacorresistencia del VIH, que debería permanecer vigente entre 2017 y 2021.
Bibliografía consultada | Antibiotic Resistance Questions and Answers (Centers for Disease Control and Prevention), The origins and molecular basis of antibiotic resistance (Peter Hawkey, 1998), What You Need to Know About Antibiotic Resistance (WebMD), How do bacteria become resistant to antibiotics? (HowStuffWorks?), Antibiotic resistance (World Health Organization), The Antibiotic Resistance Crisis (Lee Ventola, 2015), The beginning of the end of the antibiotic era? Part I. The problem: abuse of the "miracle drugs" (Harrison JW et al, 1998), The beginning of the end of the antibiotic era? Part II. Proposed solutions to antibiotic abuse (Harrison JW et al, 1998)
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