Si nos preguntan por qué entendemos por el lino, seguro que la mayoría de nosotros contestaría que se trata de un tejido fresco y natural que se usa mucho en verano y que se arruga más. El lino es eso, pero ese tejido lleva ese nombre porque se obtiene de una planta que también se conoce como linácea. De esta planta se obtienen unas semillas que son a las que nos vamos a referir en este post, ya que tienen una serie de efectos beneficiosos en nuestro organismo que no podemos pasar por alto.
Estas semillas se han utilizado en la alimentación humana desde muy antiguo, pues se trata de una planta muy habitual. Entre los nutrientes que nos aporta el lino destacaremos los aceites esenciales omega-3, omega-6 y ácido linóleo, además de altas dosis de fibra fundamentales a la hora de mantener una correcta salud corporal. Por este motivo el lino es un buen aliado para conseguir una salud de acero. En esta ocasión vamos a ver para qué nos servirá su ingesta.
A causa de la cantidad de ácidos grasos esenciales, este alimento es muy bueno a la hora de conseguir que nuestra piel y cabello se encuentre en perfectas condiciones. Es una ayuda para frenar el envejecimiento prematuro de la misma, y evitar la aparición de problemas dérmicos tales como eccemas, rojeces, descamaciones... Estos ácidos grasos esenciales benefician al corazón y al sistema circulatorio, ya que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre, mejorando la circulación de la sangre y la formación de trombos.
A causa de su alto contenido en fibra, las semillas de lino son un buen alimento para mantener un vbuen tránsito intestinal y evitar de este modo la acumulación de sustancias de deshecho en el organismo. Esta función depurativa del organismo nos ayudará a prevenir las retenciones de líquidos, con lo que mejoraremos el estado de afecciones como la artritis que causa tanto malestar en las personas que la padecen. Al mejorar la circulación se convierten también en un buen regulador de la tensión arterial.
No debemos olvidar la función que desempeñan a la hora de asimilar las vitaminas solubles, ya que al contener tanta fibra ayudará en este proceso. Esta fibra también ayuda a regenerar y mantener la flora intestinal en perfecto estado. Además, es un alimento que contiene altas dosis de antioxidantes, por lo que es un buen aliado a la hora de conseguir proteger a las células de los ataques de los radicales libres y así evitar algunas enfermedades y malestares. También hay que tener presente que son recomendables para regular los excesos de azúcar en sangre.
Es por esto que las semillas de lino son un alimento muy recomendable para todo el que quiera cuidar su salud de manera natural. Las semillas de lino las podemos encontrar en cualquier tienda especializada o herboristería. Aunque cada vez son más las grandes superficies que la ofrecen, así como los alimentos que la incluyen en su composición, como por ejemplo el pan de cereales.
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En Vitonica | Si nos preguntan por qué entendemos por el lino, seguro que la mayoría de nosotros contestaría que se trata de un tejido fresco y natural que se usa mucho en verano y que se arruga más. El lino es eso, pero ese tejido lleva ese nombre porque se obtiene de una planta que también se conoce como linácea. De esta planta se obtienen unas semillas que son a las que nos vamos a referir en este post, ya que tienen una serie de efectos beneficiosos en nuestro organismo que no podemos pasar por alto.
Estas semillas se han utilizado en la alimentación humana desde muy antiguo, pues se trata de una planta muy habitual. Entre los nutrientes que nos aporta el lino destacaremos los aceites esenciales omega-3, omega-6 y ácido linóleo, además de altas dosis de fibra fundamentales a la hora de mantener una correcta salud corporal. Por este motivo el lino es un buen aliado para conseguir una salud de acero. En esta ocasión vamos a ver para qué nos servirá su ingesta.
A causa de la cantidad de ácidos grasos esenciales, este alimento es muy bueno a la hora de conseguir que nuestra piel y cabello se encuentre en perfectas condiciones. Es una ayuda para frenar el envejecimiento prematuro de la misma, y evitar la aparición de problemas dérmicos tales como eccemas, rojeces, descamaciones... Estos ácidos grasos esenciales benefician al corazón y al sistema circulatorio, ya que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre, mejorando la circulación de la sangre y la formación de trombos.
A causa de su alto contenido en fibra, las semillas de lino son un buen alimento para mantener un vbuen tránsito intestinal y evitar de este modo la acumulación de sustancias de deshecho en el organismo. Esta función depurativa del organismo nos ayudará a prevenir las retenciones de líquidos, con lo que mejoraremos el estado de afecciones como la artritis que causa tanto malestar en las personas que la padecen. Al mejorar la circulación se convierten también en un buen regulador de la tensión arterial.
No debemos olvidar la función que desempeñan a la hora de asimilar las vitaminas solubles, ya que al contener tanta fibra ayudará en este proceso. Esta fibra también ayuda a regenerar y mantener la flora intestinal en perfecto estado. Además, es un alimento que contiene altas dosis de antioxidantes, por lo que es un buen aliado a la hora de conseguir proteger a las células de los ataques de los radicales libres y así evitar algunas enfermedades y malestares. También hay que tener presente que son recomendables para regular los excesos de azúcar en sangre.
Es por esto que las semillas de lino son un alimento muy recomendable para todo el que quiera cuidar su salud de manera natural. Las semillas de lino las podemos encontrar en cualquier tienda especializada o herboristería. Aunque cada vez son más las grandes superficies que la ofrecen, así como los alimentos que la incluyen en su composición, como por ejemplo el pan de cereales.
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En Vitonica | Si nos preguntan por qué entendemos por el lino, seguro que la mayoría de nosotros contestaría que se trata de un tejido fresco y natural que se usa mucho en verano y que se arruga más. El lino es eso, pero ese tejido lleva ese nombre porque se obtiene de una planta que también se conoce como linácea. De esta planta se obtienen unas semillas que son a las que nos vamos a referir en este post, ya que tienen una serie de efectos beneficiosos en nuestro organismo que no podemos pasar por alto.
Estas semillas se han utilizado en la alimentación humana desde muy antiguo, pues se trata de una planta muy habitual. Entre los nutrientes que nos aporta el lino destacaremos los aceites esenciales omega-3, omega-6 y ácido linóleo, además de altas dosis de fibra fundamentales a la hora de mantener una correcta salud corporal. Por este motivo el lino es un buen aliado para conseguir una salud de acero. En esta ocasión vamos a ver para qué nos servirá su ingesta.
A causa de la cantidad de ácidos grasos esenciales, este alimento es muy bueno a la hora de conseguir que nuestra piel y cabello se encuentre en perfectas condiciones. Es una ayuda para frenar el envejecimiento prematuro de la misma, y evitar la aparición de problemas dérmicos tales como eccemas, rojeces, descamaciones... Estos ácidos grasos esenciales benefician al corazón y al sistema circulatorio, ya que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre, mejorando la circulación de la sangre y la formación de trombos.
A causa de su alto contenido en fibra, las semillas de lino son un buen alimento para mantener un vbuen tránsito intestinal y evitar de este modo la acumulación de sustancias de deshecho en el organismo. Esta función depurativa del organismo nos ayudará a prevenir las retenciones de líquidos, con lo que mejoraremos el estado de afecciones como la artritis que causa tanto malestar en las personas que la padecen. Al mejorar la circulación se convierten también en un buen regulador de la tensión arterial.
No debemos olvidar la función que desempeñan a la hora de asimilar las vitaminas solubles, ya que al contener tanta fibra ayudará en este proceso. Esta fibra también ayuda a regenerar y mantener la flora intestinal en perfecto estado. Además, es un alimento que contiene altas dosis de antioxidantes, por lo que es un buen aliado a la hora de conseguir proteger a las células de los ataques de los radicales libres y así evitar algunas enfermedades y malestares. También hay que tener presente que son recomendables para regular los excesos de azúcar en sangre.
Es por esto que las semillas de lino son un alimento muy recomendable para todo el que quiera cuidar su salud de manera natural. Las semillas de lino las podemos encontrar en cualquier tienda especializada o herboristería. Aunque cada vez son más las grandes superficies que la ofrecen, así como los alimentos que la incluyen en su composición, como por ejemplo el pan de cereales.
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En Vitonica | Si nos preguntan por qué entendemos por el lino, seguro que la mayoría de nosotros contestaría que se trata de un tejido fresco y natural que se usa mucho en verano y que se arruga más. El lino es eso, pero ese tejido lleva ese nombre porque se obtiene de una planta que también se conoce como linácea. De esta planta se obtienen unas semillas que son a las que nos vamos a referir en este post, ya que tienen una serie de efectos beneficiosos en nuestro organismo que no podemos pasar por alto.
Estas semillas se han utilizado en la alimentación humana desde muy antiguo, pues se trata de una planta muy habitual. Entre los nutrientes que nos aporta el lino destacaremos los aceites esenciales omega-3, omega-6 y ácido linóleo, además de altas dosis de fibra fundamentales a la hora de mantener una correcta salud corporal. Por este motivo el lino es un buen aliado para conseguir una salud de acero. En esta ocasión vamos a ver para qué nos servirá su ingesta.
A causa de la cantidad de ácidos grasos esenciales, este alimento es muy bueno a la hora de conseguir que nuestra piel y cabello se encuentre en perfectas condiciones. Es una ayuda para frenar el envejecimiento prematuro de la misma, y evitar la aparición de problemas dérmicos tales como eccemas, rojeces, descamaciones... Estos ácidos grasos esenciales benefician al corazón y al sistema circulatorio, ya que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre, mejorando la circulación de la sangre y la formación de trombos.
A causa de su alto contenido en fibra, las semillas de lino son un buen alimento para mantener un vbuen tránsito intestinal y evitar de este modo la acumulación de sustancias de deshecho en el organismo. Esta función depurativa del organismo nos ayudará a prevenir las retenciones de líquidos, con lo que mejoraremos el estado de afecciones como la artritis que causa tanto malestar en las personas que la padecen. Al mejorar la circulación se convierten también en un buen regulador de la tensión arterial.
No debemos olvidar la función que desempeñan a la hora de asimilar las vitaminas solubles, ya que al contener tanta fibra ayudará en este proceso. Esta fibra también ayuda a regenerar y mantener la flora intestinal en perfecto estado. Además, es un alimento que contiene altas dosis de antioxidantes, por lo que es un buen aliado a la hora de conseguir proteger a las células de los ataques de los radicales libres y así evitar algunas enfermedades y malestares. También hay que tener presente que son recomendables para regular los excesos de azúcar en sangre.
Es por esto que las semillas de lino son un alimento muy recomendable para todo el que quiera cuidar su salud de manera natural. Las semillas de lino las podemos encontrar en cualquier tienda especializada o herboristería. Aunque cada vez son más las grandes superficies que la ofrecen, así como los alimentos que la incluyen en su composición, como por ejemplo el pan de cereales.
Imagen | fturmog
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