Me encanta esta receta saludable porque es facilísima de preparar y es un picoteo estupendo o guarnición comodín para cualquier menú. Basados en los populares tater tots americanos, estos bocaditos de patata y calabacín al horno son una versión más ligera y sana enriquecida además con la verdura.
No hace falta obsesionarse con las cantidades de los ingredientes ya que es una receta fácilmente ajustable. La patata cocida actúa como aglutinante y el calabacín queda más disimulado, de forma que es una receta a prueba de enemigos de esta verdura. Diría que es ideal para niños, pero yo la preparo específicamente para mi novio. Supuestamente odia el calabacín, pero estos bocaditos le gustan mucho.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja con papel vegetal sulfurizado. Lavar y secar bien las patatas y los calabacines.
Colocar las patatas en una olla cubiertas con agua y llevar a ebullición. Cocer durante unos 20-25 minutos, hasta que se puedan pinchar con un palillo, pero vigilando que no se pasen de blandas. Enfriar con agua fría.
Mientras se cuecen las patatas podemos rallar los calabacines, usando un rallador con agujeros gruesos. Colocar en un colador y añadir un poco de sal. Dejar escurriendo mientras se cuecen y enfrían las patatas, presionando suavemente de vez en cuando.
Pelar las patatas y rallar con el mismo rallador grueso sobre un recipiente mediano. Escurrir bien los calabacines y echarlos a la patata. Salpimentar y agregar el queso o la levadura (opcional) y ajo granulado al gusto. Mezclar todo muy bien.
Si la masa estuviera muy húmeda podemos dejarla escurriendo sobre un paño limpio en la nevera durante media hora. Con el frío además será más manejable. Con una cucharilla tomar porciones y formar pequeñas croquetas. Distribuir en la bandeja de horno, pincelar con un poco de aceite y hornear hasta que estén dorados, unos 30 minutos.
Para que queden aún mejor podemos dar la vuelta a cada unidad a mitad del tiempo, usando unas pinzas de cocina con cuidado. También se puede añadir alguna hierba fresca o incluso especias picantes a la masa.
Con qué acompañar los bocaditos de patata y calabacín
Lo mejor es servir estos bocaditos de patata y calabacín recién hechos, cuando están ligeramente crujientes por fuera. Se pueden servir como picoteo, con algunas salsas para mojar -preferiblemente caseras-, o como guarnición de cualquier plato principal. Para recalentarlos podemos pasarlos por la plancha, así quedarán más ricos que con el microondas. También se pueden congelar antes de hornear; después solo habrá que aumentar un poco el tiempo de horno.
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