Seguimos proponiendo ensaladas saciantes, nutritivas y frescas, en las que dejamos de lado la típica combinación de tomate y lechuga para salir de la rutina. Una forma muy fácil de sumar proteínas vegetales a los platos fríos es apostando por el tofu, que en este caso vamos a marinar previamente y cocinar a la parrilla para darle mucho sabor.
Limón y tomillo son dos sabores muy aromáticos y puramente mediterráneos que aportan mucho sabor y frescura al tofu, al que podríamos darle también un puntito picante con alguna guindilla o chile picado o en rodajas, o con unas gotas de salsa picante que nos guste. Es importante escurrir muy, muy bien y presionar el tofu antes de marinarlo, para que pueda absorber bien el líquido, y después cocinarlo sobre una parrilla o plancha de calidad para dejar su cara exterior más crujiente.
Escurrir el tofu del líquido, envolver en varias hojas de papel de cocina absorbente, y también un paño limpio si es posible, presionando con fuerza, y colocar un peso encima, como un tetrabrick. Dejar al menos 20-30 minutos. Desenvolver y cortar en rectángulos de un dedo de grosor, aproximadamente.
Mezclar en un cuenco el zumo exprimido del limón o limones, el aceite, un poco de sal y pimienta, y las ramas de hierbas. Colocar el tofu en una fuente y añadir este marinado por encima. Llevar a la nevera 2-3 horas, dándole la vuelta a las piezas a mitad del tiempo.
Escurrir del líquido, calentar a fuego medio-fuerte una plancha o parrilla antiadherente y engrasar con aceite. Cocinar el tofu por todas sus caras dejando que se tueste y quede crujiente. Retirar y cortar cada rectángulo en triángulos.
Preparar la ensalada con una base de espinacas; añadir el pepino y la fruta pelados y cortados en cubitos, la chalota bien picada y las semillas tostadas en la sartén. Incorporar el tofu y aliñar al gusto con más limón, aceite y sal y pimienta antes de servir.
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Con qué acompañar la ensalada de espinacas y tofu
Un buen plato de esta ensalada nos dejará bien saciados con nutrientes de calidad sin sufrir una digestión pesada, por lo que es una buena receta tanto para almuerzos como cenas, según nuestras necesidades. Podemos convertirla en un plato más energético y completo añadiendo una porción de hidratos de calidad, como quinoa, arroz integral o mijo, incluso también legumbres, como garbanzos tostados o unas lentejas rojas cocidas brevemente al dente para dejarlas con un punto crujiente. Si no somos veganos o vegetarianos, podríamos tomarla como primer plato o guarnición de carne o pescado a la plancha.
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