Tal y como comenté en la receta de las tortitas de calabaza y avena, siempre recomiendo asar una buena cantidad de esta verdura cuando nos ponemos en faena. Puede dar mucho juego en la cocina, por ejemplo para preparar unas nutritivas y saludables galletas de calabaza sin azúcar, perfectas para un día de otoño.
Cuando hago galletas y pastas sin azúcar en casa no me gusta recurrir a edulcorantes. De vez en cuando preparo dulces “de verdad”, sobre todo en ocasiones especiales o si tengo invitados, pero para el día a día me gustan cada vez más los bocados que no empalagan. El paladar se acostumbra poco a poco a la comida menos dulce, y así podemos saborear ingredientes mucho más saludables, como frutos secos o especias.
La receta es tan sencilla como mezclar, formar y hornear. Primero hay que precalentar el horno a 180ºC y preparar una o dos bandejas cubriéndolas con papel sulfurizado, o algún material antiadherente adecuado para el horno.
Colocar en un recipiente mediano los huevos con la calabaza, la canela y la vainilla, y batir con unas varillas manuales hasta que quede todo bien integrado. Añadir la sal, los copos de avena, las semillas de chía y de lino y las almendras. Mezclar con una espátula o legüeta y añadir al final las pasas u otra fruta seca más grande picada.
Combinar bien para tener una masa homogénea y formar galletas tomando porciones pequeñas con unas cucharillas. Se forman mejor si cogemos la masa con una y usamos la otra, humedecida, para depositar la porción. Con los dedos húmedos podemos al final darles forma más redondeada.
Podríamos también dejar la masa reposar en la nevera unas horas para que enfriara y así formarlas con las manos más fácilmente. No van a crecer en el horno prácticamente nada, así que podemos hacerlas más gorditas si las queremos tiernas por dentro, o más finas si las buscamos algo más crujientes.
Espolvorear con un poco de canela si se desea y hornear durante unos 15-18 minutos, o hasta que se hayan dorado al gusto. Esperar un poco y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Con qué acompañar las galletas de calabaza
Son perfectas para el desayuno, pero la verdad es que estas galletas de calabaza y frutos secos sin azúcar se pueden tomar a cualquier hora, como snack o picoteo saludable, de merienda o acompañando un almuerzo de media mañana si vamos flojos de energías. Aguantan bien en un recipiente hermético, pero si hace todavía calor casi mejor guardarlas en la nevera en el caso de que no vayamos a consumirlas muy rápido. Pueden ser aptas para celíacos si compramos avena certificada sin gluten, y los frutos secos se pueden cambiar al gusto. Probad también con copos de espelta o de centeno para darle otro toque.
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