Hoy traemos una receta rápida que puede solucionarnos la cena cualquier día de la semana pero que también podemos dejar lista en la nevera para completar otro menú o llevar al trabajo. El salteado de calabacín con soja texturizada es un plato muy fácil, apto para dietas veganas y que se adapta a muchas modificaciones.
La soja texturizada es un buen ingrediente para tener en la despensa ya que en su formato seco se conserva sin problemas durante mucho tiempo, se cocina rápido y se puede añadir a mil preparaciones para sumar proteínas y hacer el plato más saciante. El tamaño medio es el más versátil para poder improvisar sobre la marcha o usarlo como sustituto de carne picada, aunque hay más formatos.
Poner a remojo la soja texturizada en un cuenco lo suficientemente grande para que pueda hincharse.Cubrir con abundante agua o con caldo de verduras, si tenemos, y reservar.
Mientras, lavar, secar y cortar los calabacines por la mitad de forma longitudinal; volver a cortar cada mitad para obtener cuatro secciones largas y cortarlas en piezas de más o menos el mismo grosor, no muy finas. Laminar el diente de ajo fino o picarlo.
Poner las semillas de cilantro y comino en una sartén antiadherente grande sin aceite, calentar a fuego y medio y dejar que suelten el aroma un par de minutos. Retirar y moler un poco en un mortero, o con el dorso de una cuchara. Si usamos sésamo crudo, tostar también.
Calentar un poco de aceite en la misma sartén, añadir la pasta de tomate, las semillas con el ajo y dejar que se dore un minuto a fuego medio. Rápidamente echar el calabacín, salpimentar y saltear, removiendo constantemente hasta que esté dorado.
Escurrir bien la soja y añadir a la sartén, removiendo bien para incorporarlo todo. Agregar el vinagre, la salsa de soja y un poco de ralladura de limón. Dar otro golpe de pimienta y saltear el conjunto un par de minutos más. Servir con sésamo tostado.
Con qué acompañar el salteado de calabacín con soja
Este plato es muy versátil porque se puede comer tal cual o completar con arroz, cuscús, quinoa, pasta o, simplemente, algo de pan. También se puede usar como relleno de bocadillos o tortillas de maíz o trigo para hacer fajitas y tacos. Podemos añadir también al salteado de calabacín salsa picante durante la cocción, o completarlo con queso o huevo si no somos veganos. Queda muy rico si lo echamos en una fuente y cubrimos de buen queso rallado para gratinarlo en el horno.
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