El control de la frecuencia cardíaca es muy importante cuando hacemos ejercicio, tanto si lo hacemos para mejorar la salud como si lo hacemos para mejorar marcas. En el caso de las series de carrera, este tipo de entrenamiento va encaminado a mejorar tiempos y, si nos fijamos bien en las pulsaciones que tenemos al acabar la serie y al empezarla, podremos sacarle un mayor partido.
Es de suponer que las series son trabajo intenso, por tanto tendremos que terminarlas entre el 90 o 98% de nuestra frecuencia cardíaca máxima. Pero lo más importante no es la frecuencia con la que acabemos, ya que el ritmo de la serie va a depender de lo que queramos conseguir: el factor más importante es saber con qué pulsaciones empezar la siguiente serie, o lo que es lo mismo, cuánto tiempo descansar.
Normalmente en los planes de entrenamiento podemos encontrarnos el tiempo de descanso en minutos (uno o dos minutos entre series), pero para individualizar más podríamos poner un margen de entre 40 y 50 pulsaciones de bajada hasta empezar la siguiente serie.
Es decir, que si terminamos una serie en 180 pulsaciones, debemos empezar la siguiente cuando tengamos unas 130 o 140 pulsaciones: así nos aseguramos haber descansado para hacer la siguiente serie de manera óptima.
Esto es relativo y va a depender de si las series son largas o cortas, pero podemos tomar estos datos como orientación general si nuestro plan de entrenamiento no es muy estricto.
En caso de que busquemos un trabajo de velocidad o potencia, deberíamos bajar casi a pulsaciones de reposo entre serie y serie; pero si buscamos una mejora de la resistencia, una bajada de 40 o 50 pulsaciones entre fin e inicio de las series es correcto.
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