A muchos de nosotros nos ha pasado que a pesar de hacer dieta y ejercicio muchas veces no perdemos la barriga y aparece hinchada sin un sentido aparente ni una explicación lógica. La verdad es que el problema puede residir en que seguimos sin alimentarnos de la forma adecuada. Por ello en esta ocasión queremos hacer un repaso por algunos de los alimentos que nos hinchan sin que reparemos en ello.
En la mayoría de los casos cuando empezamos una dieta para evitar tener barriga, solemos desechar los alimentos ricos en grasas saturadas, en azúcares… Pero a veces seguimos cometiendo errores que apenas percibimos, pero que nuestro organismo acusa con hinchazón localizada en esta parte del cuerpo. Por ello queremos destacar algunos de ellos que debemos tener en cuenta.
La sal
Un alimento que casi todos utilizamos para cocinar es la sal. Ensalzadora de los sabores, pero también aliada en la retención de líquidos. Esto hace que nuestro vientre aparezca como hinchado. Por ello lo mejor es prescindir de ella, pues los alimentos por sí mismos tienen sales minerales, sobre todo los embutidos y los enlatados. Debemos evitarla en la medida de lo posible, pues además conseguiremos evitar riesgos de tensión arterial. Simplemente es cuestión de costumbre.
Cuidado con el exceso de fibra
La fibra también suele ser un tipo de nutriente que contribuye en muchos casos a inflamar el vientre. Cuando hablamos de fibra siempre pensamos en que es lo mejor para depurar el organismo, y eso es así, pero en exceso el efecto será de hinchazón e incluso retención de líquidos. Por ello es necesario que consumamos cantidades de fibra adecuadas cada día, y si estamos empezando a consumir alimentos integrales, que lo hagamos de manera gradual, ya que el aparato digestivo debe acoplarse a esta situación.
Refrescos con gas
Por supuesto los refrescos con gas son una fuente directa de hinchazón del vientre. Es cierto que las versiones sin azúcar no engordan porque no contienen calorías, pero siguen conteniendo gas que hincha la barriga. Lo mismo sucede con el agua con gas, por ello lo mejor es decantarnos por el agua natural o las infusiones si queremos añadirle sabor a la bebida que nos vamos a llevar a la boca.
Alimentos refinados
Los alimentos refinados son también poco recomendables. Las harinas refinadas, los azúcares refinados, el arroz que no es integral… son alimentos que necesitan para su correcta asimilación de enzimas que ellos no poseen al habérseles sido despojadas en el proceso de refinamiento, y que las tiene que producir el organismo. Esta producción de enzimas por parte del aparato digestivo hace que éste padezca más desgaste que se traduce en debilidad estomacal e intestinal, flatulencia, hinchazón del vientre…
Es importante que tengamos esto en cuenta, ya que manteniendo un poco de cuidado y dando importancia a lo que nos llevamos a la boca, conseguiremos mejores resultados sin apenas darnos cuenta y sin renunciar a nada.
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